Pregunta: “Hola
Nick, que tal estás. Lo primero desearte que estés pasando felices
fiestas y desearte un año nuevo lleno de expiación y éxitos. Tengo algo
que lleva tiempo rondándome y que no sé como afrontarlo.
Tengo
una relación con una persona que me desequilibra mucho. He tenido
engaños por su parte y situaciones que por más que intento pasar, siguen
ahí una y otra vez. Esta persona dice que ha cambiado, que me ama con
toda su alma y, a pesar de que he roto esta relación en innumerables
ocasiones, esta persona no desaparece de mi vida y yo, por sentirme
culpable y pensar que soy la responsable de todo, que es mi sombra, que
es una proyección que yo estoy haciendo y que tengo que sanar eso,
vuelvo una y otra vez a lo mismo.
Cuando rompo la
relación, termina diciéndome cosas que me hacen sentir culpable y yo
vuelvo a lo mismo pensando que todo cambió (incluida yo y mi
percepción), pero hasta el momento no es así, y no sé como acabar con
esto sin hacerle daño y sin hacérmelo a mi, porque pienso que soy yo
quién no hace lo que tiene que hacer. El hecho de continuar con esto,
porque me veo responsable y pensando que si sano yo la relación por fin
será perfecta, estoy viendo que no me sirve de nada porque son ya 2 años
lo que llevamos con esta situación.
Estas situaciones
las he visto en otras personas y es facilísimo decirles que terminen con
la relación porque es absurdo, pero cuando es uno quién la está
viviendo, las cosas cambian. Sé que se lo tengo que dejar al Espíritu
Santo para que corrija mi percepción y mi mente, y así lo hago y lo
repito una y otra vez, pero no sé, si tuvieras algo que comentar al
respecto sobre mi forma de verlo, te lo agradecería. Un abrazo.
Se
me ha olvidado comentarte que me pide que al menos seamos amigos, pero
yo soy muy reacia a ello porque siempre que he dejado que se intente ese
paso , hemos terminado volviendo. Por eso la única forma que veo es
dejarle de hablar y si me habla como si nada suelo ser muy cortante para
no dar pie a nada porque si es cierto que esta relación la estoy
viviendo desde el miedo y no encuentro la forma de ‘hacerlo bien.’”
Comentario: Cuando dices, “Sé
que se lo tengo que dejar al Espíritu Santo para que corrija mi
percepción y mi mente, y así lo hago y lo repito una y otra vez, pero no
sé, si tuvieras algo que comentar al respecto …” La relación de pareja con toda esa historia es la distracción que no te permite hacer el trabajo de la que el curso habla.
Al
Espíritu Santo no se le entregan problemas sino que nuestros
pensamientos de separación. Me explico. En el “mundo” de las formas voy a
tener experiencia, algunas puedan parecer como la que tu estás
teniendo, o quizás no. Solo que lo que hace dificil para ti salir de esa
relación, es tu apego a él. Y ese apego viene de la culpa interna a
raíz de haber olvidado que el amor de Dios es tu sustento.
"El
Amor de Dios es mi sustento: He aquí la respuesta a cualquier problema
que se te presente, hoy, mañana o a lo largo del tiempo. aCrees que lo
que te sustenta en este mundo es todo menos Dios. Has depositado tu fe
en los símbolos más triviales y absurdos: en píldoras, dinero, ropa
"protectora", influencia, prestigio, caer bien, estar "bien" relacionado
y en una lista interminable de cosas huecas y sin fundamento a las que
dotas de poderes mágicos…Todas esas cosas son tus sustitutos del Amor de
Dios. Todas esas cosas se atesoran para asegurar la identificación con
el cuerpo. Son himnos de alabanza al ego. No deposites tu fe en lo que
no tiene valor. No te sustentará." W-pI.50.1:1-3;2:1-5
Estás
tratando de hacer que el “mundo” sea tu sustento, y una de las formas
que estás buscando ese sustento es en una relación de pareja. Por lo
tanto, tu relación no es con Dios sino que con tu pareja, y debido a eso
surgen no solo tus preguntas, sino que tus inquietudes. Que por algo
dices, “Estas situaciones las he visto en otras personas y es
facilísimo decirles que terminen con la relación porque es absurdo, pero
cuando es uno quién la está viviendo, las cosas cambian.”
En
realidad cuando eres tú la que las estás viviendo esa experiencia,
donde estás la carga emocional y la culpa, aparenta ser difícil. Pero si
en vez de tratar de “entregarle” al Espíritu Santo tu situación,
simplemente desarrollas una relación mas intima con El, te darás cuenta
que no te la pasarás buscando en el mundo, ya sea a través de relaciones
de parejas, o compras impulsivas, o cualquier tipo de distracción algo
que te llene.
Desde ese espacio es mas simple soltar. Y una vez
mas tu problema no es que le "entregas" al Espíritu Santo, sino que no
quieres soltar, o mejor dicho, no puedes soltar, pues el sistema de
pensamientos con el que te estás identificando es con el ego.
Por
lo tanto, a diario, practica elegir esos estados de silencio, de paz en
ti, a raíz de esa elección, serás inspirada a no solo tomar decisiones
sino que el apoyo que necesites para ayudarte en este camino se te
proveerá.
Por lo tanto, tu pregunta no tiene nada que ver con la
pareja, sino que con tu relación con Dios, que por lo que veo, no es tu
prioridad. Cuando quieras hacer tu relación con Dios tu prioridad,
elegirás esos estados de silencio. Así que cuando dices, “…no encuentro la forma de ‘hacerlo bien.’”
Las cosas no se hacen ni “bien” ni “mal” solo que si eliges la paz eres
más apta de que lo que hagas provenga del amor y no sentirás miedo. Eso
seria hacerlo “bien.” Pero esas son solo expectativas del ego.
Yo
personalmente no hago las cosas “bien”. Yo simplemente continúo
desarrollando mi relación con el Espíritu Santo, y la paz, o un estado
mas calmado es desde donde me encuentro haciendo las cosas y las
decisiones que me encuentro tomando.
No me apego a
las cosas tampoco, y eso incluye relaciones, y por ende sigo
experimentando paz. Y cuando el miedo entra, pues como todo, elido de
nuevo, y lo hago cuantas veces sea necesario.
Pero no me la paso
“entregando” nada al Espíritu Santo, sino que mas bien descanso en esos
espacios de silencio, en ese estado de completa aceptación, de
rendición, y se puede decir que es ahí donde estoy “entregando”. ¿Que
estoy entregando? Mi mente a Cristo no mis situaciones, pues a fin de
cuentas, el problema surge solo en la mente, y es por lo tanto ahí donde
se puede hacer la corrección. Es así de simple.
Tu “pareja” no
está en el “mundo” está en tu mente, y si no se hace la corrección ahí,
tu mundo simplemente va a dar testimonio de tu estado mental, solo que
se disfraza de muchas formas, que por algo el curso nos recuerda: "Es
fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo
que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil
resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto
que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque (perdón). " T-26.II.1:1-8