Si recuerdo que todo es un pensamiento y que el pensamiento procede de mi, un juicio en contra un hermano mi mente lo interpreta como que es un juicio hacia mi y eso me hace sentir mal. De la misma manera un pensamiento de amor hacia un hermano la mente lo interpreta como un pensamiento de amor hacia mi y eso me hace sentir bien.
Eso no significa que yo tenga que estar de acuerdo con el comportamiento de un hermano, sobretodo si su comportamiento está regido por el miedo. Pero sí significa que si se me olvida percibir la inocencia en él no la voy a poder percibir en mi, y por lo tanto terminamos los dos en la misma oscuridad aun cuando lo que él haga se perciba como “mal” y lo que yo haga se perciba como “bien.” - Nick Arandes