Comentario: No, todavía no entiendes lo que este proceso requiere. Estas tratando de "entregar" tus relaciones, sin hacer un cambio de mentalidad. El cambio de mentalidad del que estamos hablando no tiene nada que ver con lo que tu le "entregas" o no al Espíritu Santo, pues aquí no hay nada que "entregar" ya que aquí NO HAY NADA! "¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. " W-pI.132.6:2-3
Lo que el Espíritu Santo esta intentando hacer contigo es ayudarte a diferencian entre lo que es Verdad, y lo que no lo es. Aquí en este mundo ni tu, ni tus relaciones, ni nada es verdad. Por lo tanto, aquí no hay nada que hacer. Aquí simplemente lo único que se hace es perdonar, retornar la mente una y otra vez al silencio, "…vuélvete hacia la majestuosa calma interna, donde en santa quietud mora el Dios viviente que nunca abandonaste y que nunca te abandono." T-18.I.8:2 Desde ese espacio el Espíritu Santo poco a poco puede empezar a hacer la corrección de percepción.
Es por eso que tu no tienes que hacer nada. Tu no tienes que entregar nada, pues entregar significa que haz hecho real en tu mente aquello que ahora quieres "entregar."
Pero si de lo contrario, continúas expandiendo tu consciencia de tu Ser a través de tus periodos de quietud, mientras tu consciencia de Dios en ti continua expandiendo y creciendo, todas esas cosas que antes estabas tratando de "entregar" simplemente se ven ahora desde una perspectiva diferente, y por lo tanto dejan de afectarte.
Esa es la meta del curso, la paz que sobrepasa todo entendimiento, con o sin relaciones especiales. Tu encárgate mas bien de dejar de proteger tu sistema de pensamientos, y el Espíritu Santo hará el trabajo que a Él se Le encomendó. “Si estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7
Así que deja de estar “entregando” tus relaciones especiales, y enfoca mas bien en desarrollar mas y mas tu relación con el Espíritu Santo, y utiliza tus relaciones para perdonar de manera que puedan ser transformadas en relaciones santas.