Comentario: Basada en Un Curso de Milagros, aquí nadie vive ya que los sueños son nada mas que eso, sueños, como una vez dijo Calderón de la Barca, "Los sueños sueños son." Aquí lo que estamos experimentando es un sueño y para experimentar eso hay que estar durmiendo.
Ahora, mientras más consciente estamos de lo que verdaderamente somos, se experimenta esta experiencia de otra manera.
Cuando uno está consciente, no a nivel intelectual, sino que a un nivel profundo de que esto es un sueño, donde nos sentimos más identificados con nuestra Esencia, la experiencia física deja de tener un efecto sicológico sobre nosotros. El "mundo" se deja de tomar en serio. Se vé, inclusive hasta se experimenta de otra manera.
Por algo el primer párrafo de la lección 155 nos recuerda, "Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están más tranquilos." W-pI.155.1:1-3
Observa que dije que el mundo deja de tener un efecto sicológico sobre nosotros, no dije físico. Me explico, en el mundo "físico" el "cuerpo" puede ser afectado, se le puede herir, experimentar dolor físico, inclusive destruir. Pero la mente no puede sentirse afectada por Lo que el cuerpo este experimentando. Eso se lo conoce como la paz que sobrepasa todo entendimiento.
La Mente es lo que es real y por lo tanto, "Nada real puede ser amenazado." T-In.2:2
El cuerpo (experiencia física) no es real, por lo tanto, "Nada irreal existe." T-In.2:3
Esto nos conduce a experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento, por lo tanto, "En esto radica la paz de Dios." T-In.2:4
La práctica del perdón, la práctica de una y otra vez retornar nuestra atención hacia el interior, la práctica del silencio, donde poco a poco se aumenta la consciencia de nuestro Ser, nos conducirá a tener esa experiencia. Práctica diariamente elegir la paz de Dios, y en su debido momento esa experiencia tendrá lugar en ti, y todas tus preguntas e inquietudes naturalmente se desvanecerán.