Comentario: Vamos por partes antes de hablar del sexo, que sé que todos lo que estén leyendo esta nota quieran leer, jejeje!
Cando dices, "soy un chico con mucha fe en Dios, criado bajo la iglesia evangélica, en su tiempo estudie la Biblia y puedo entender mucho de lo que dice aun así mis miedo me siegan…" Primero que nada si los miedos te siegan es porque no reconoces a Dios como parte de ti. Crees en Dios, y estoy consciente de que eres muy fiel a Dios, solo que al Dios al que le estas siendo fiel es a un hombre con barba sentado en un trono, pues es el Dios que la religión nos vendió. Hay una frase de las escrituras que dice, "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza." [Génesis 1:26] El problema es que el hombre le devuelve el favor y crea a Dios en la imagen y semejanza del hombre. Por eso es que el dios de las escrituras castiga, resiente, juzga y así sucesivamente.
Pero el Dios de Un curso de Milagros no es algo ajeno a ti, es simplemente la Verdad de lo que tu realmente eres. Por lo tanto, aquí no es cuestión de "creer" en Dios sino que experimentar directamente Su Amor a traves de ti.
Por lo tanto, leer libros teológicos no es necesariamente el camino para ese reconocimiento, sino que al elegir diariamente la paz de Dios en ti, tienes entonces acceso a un estado mental a traves el cual tu Amor (Dios) en ti se puede experimentar.
Una vez que estás consciente de eso, entonces se puede decir que "crees" en Dios. Pues crees en Ti, en tu Amor, en tu Ser, en tu Realidad. Pero esto requiere un deseo de de corazón querer tener esa relación con tu Ser. Y si como tu mismo dices, "soy un chico con mucha fe en Dios" entonces estas mas abierto a la practica de querer tener esa relación, solo que esta vez en vez de a traves de la lectura será a traves de la meditación, contemplación, a traves de elegir la paz de Dios sobre todas las cosas, y obviamente la lectura que necesites la cual te apoyará en tu proceso se te presentará, al igual que el apoyo el cual puede tener la forma de un ser humano, etc.
También comentas algo de: "….siento como literalmente hay dos energías dentro de mi que luchan por tomar el control," Bueno, no es que tengas en sí dos "energías" luchando en ti, aunque entiendo a lo que te refieres. El problema es que estas entre dos mundos en tu mente. Estas entre eligiendo por un lado la paz de Dios, mientras que por el otro lado te encuentras por defecto eligiendo el sistema de pensamientos del ego pues es con el que estas mas identificado. Por lo tanto, este proceso va a tomar su tiempo en lo que te acostumbras a elegir la paz de Dios mas automáticamente, hasta que la misma sea parte de tu vivencia habitual.
Esto me recuerda la linea del curso que nos dice, "A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor. A medida que este reconocimiento se arraiga más, acaba por convertirse en un punto decisivo en la vida de cada persona. Esto finalmente vuelve a despertar la visión espiritual y, al mismo tiempo, mitiga el apego a la visión física. Este alternar entre los dos niveles de percepción se experimenta normalmente como un conflicto que puede llegar a ser muy agudo. Aun así, el desenlace final es tan inevitable como Dios." T-2.III.3:7-10
Por lo tanto, te recomendaría, si quieres hacer Un curso de Milagros, que hagas los ejercicios diariamente, aun cuando quizás sientas que estas perdiendo el tiempo. A medida que los vas haciendo, van empezando a sentar base en tu mente. Y obviamente leer Un curso de Milagros es necesario, de lo contrario, como el mismo curso nos recuerda, "El Texto es fundamentalmente teórico y expone los conceptos en los que se basa el sistema de pensamiento del Curso. Sus ideas contienen los cimientos de las lecciones del Libro de ejercicios. Sin la aplicación práctica que el Libro de ejercicios provee, el Texto quedaría reducido, en su mayor parte, a una serie de abstracciones que no tendrían la fuerza necesaria para producir el cambio de mentalidad que es la meta del Curso." Prefacio
Esto es si tu decides hacer el curso. Yo no estoy aquí ni para evangelizarlo ni para reclutar a nadie. Es solo si sale de ti. Este es mi camino pero no tiene que ser el tuyo.
Bueno, la parte que todo el mundo estaba esperando, jejeje!
La promiscuidad sexual no tiene nada que ver ni con la homosexualidad ni con la heterosexualidad, sino que con la identificación intensa que tienes con el sistema de pensamientos del ego, que es el que le dota al cuerpo de todas su "necesidades" y apetitos físicos.
Ten en consideración que dentro de la paz de Dios no hay "deseos" sino que un estado de tranquilidad y quietud que no se puede explicar. Esto obviamente la mente del ego no lo va ni a entender ni a aceptar. Por lo tanto, no estoy diciendo ni que creas ni que aceptes lo que diga, sino que al practicar elegir la paz de Dios a diario, te darás cuenta que muchos de esos deseos impulsivos dejarán de tener poder sobre ti. Y paradójicamente, lo que te va a llevar a querer elegir la paz de Dios son esos mismo deseos que no puedes controlar, pues no te brindan paz.
Habiendo dicho eso, si tienes una pareja, por ejemplo, con la que estas compartiendo tu vida, el sexo puede ser parte de esa experiencia, solo que se hace y se deja a un lado. No se le da ninguna importancia debido a que en sí no la tiene. Nada en este mundo es importante, y por lo tanto, el sexo no es una excepción a esta regla.
En otras palabras, lo disfrutas con tu pareja, pero como no viene desde un espacio de necesidad, no te encuentras tu ahora buscando como satisfacer ese impulso tan fuerte, que al no poder tener control sobre el, buscas con que otras personas satisfacerlo, que eso es lo que lleva a la infidelidad. Una mente llena de fantasía, proyectando interpretaciones a sus pensamientos, eventualmente puede actuar sobre ellos.
Te recomiendo que leas la nota que postulé titulada: ¿Por Qué Me Encuentro Diciendo Y Haciendo Cosas Que Yo No Quiero Hacer Ni Decir? en mi blog: www.NickArandesBlog.com a través del siguiente enlace:
http://www.theradicalkid.blogspot.mx/2013/03/por-que-me-encuentro-diciendo-y.html
Continuando con el tema en discusión, esta experiencia de tranquilidad donde los impulsos que ahora sientes del cuerpo disminuyen simplemente tendrá lugar a medida que tu continúes experimentando un cambio de mentalidad. Pues recuerda, no es el cuerpo el que siente, el cuerpo es meramente un instrumento neutro a través el cual la mente se experimenta a si misma.
Si la mente se identifica con el cuerpo, el cuerpo va a responder a ese impulso. Si de lo contrario la mente, aun cuando todavía se ve como un cuerpo teniendo esta experiencia física se identifica con la paz de Dios, el cuerpo también responderá a ese estado mental.
Pues en una relación saludable, a veces una pareja quiere tener ese encuentro y la otro no, o viceversa. Por lo tanto, los dos pueden llegar a un acuerdo, y quizás a veces una pareja por consideración a la otra, sin culpa o sin un sentido de obligación obviamente, aunque no tenga deseos, decida complacerla en ese momento, y así sucesivamente.
No obstante, si el deseo físico es un impulso, un apetito que no se puede controlar, eso hay que mirarlo con el Espíritu Santo, pues ten en cuenta que ese mismo apetito es el que lleva a personas a comer excesivamente, o usar drogas o alcohol, o lo que sea que se sientan dependientes de eso en este mundo.
Y recuerda, no es la substancia ni el deseo el problema, sino que una mente que no está entrenada a identificarse con la paz de Dios es el problema. Por algo es que en la introducción de los ejercicios del curso se nos recuerda que, "Una mente sin entrenar no puede lograr nada." W-pI.In.1:3