Pregunta: “Hola
Nick, tengo una duda y si fueras tan amable de aclararme te lo
agradecería. Cuando viene emociones y pensamientos los veo como un
programa basado en la carencia y ataque. Siento que esto me ayuda a no
identificarme con la historia que me estoy contando, más la duda es si
me estoy escapando de sentir. Gracias un abrazo.”
Comentario:
Antes de elaborar con tu inquietud recordemos que la carencia es la
creencia de sentirme separado de Dios. Por consiguiente esta experiencia
física es la experiencia de la carencia. Y los sentimientos de culpa y
ataque proceden de esa creencia en la carencia, que sería lo mismo que
decir en esa creencia de creer que me he separado de Dios.
Lo que
refuerza esa creencia es el seguir identificándome con el “yo” (mi
identidad como ser humano) que se cree estar aquí. Vamos ahora a abordar
tu pregunta alrededor de de el sentir.
Es imposible escapar del
sentir aunque en ocasiones intentes ignorarlo o suprimirlo. Sólo que
suprimirlo o ignorarlo no erradica la culpa inconsciente que se
experimenta a raíz de ese sentir. Sin embargo al permitir que el sentir
florezca sin hacer historias alrededor de ello, qué es lo que tú estás
compartiendo en tu pregunta, se podría deducir que estás practicando el
perdón correctamente.
Por lo tanto sientes sin juzgar y confías
en el trabajo que el Espíritu Santo hace a través de ti. Lo que sí me
gustaría añadir pues siento que dejándolo ahí no es suficiente, es una
vez más, recordar que el trabajo que se está realizando es el
deshacimiento del yo que se cree estar aquí.
Por consiguiente si
estoy utilizando el proceso del perdón ya sea para dejar de sentir o
para sentir algo más placentero todavía estoy identificado con el “yo”
que aparentemente está sintiendo.
Por eso es que el proceso de
sentir puede ser frustrante para muchas personas. Pues quieren dejar de
sentir lo doloroso pero no quieren soltar su identidad como “ser
humano”.
Dado ese el caso, lo lógico es que quieren sentir placer
en vez de dolor, solo que esa constante oscilación entre el placer y el
dolor no deshace el sistema de pensamientos del ego (el “yo” que cree
estar aquí) sino que más bien lo alimenta.
Por eso hay que estar consciente de que el objetivo del perdón es simplemente ayudarnos a despertar de el sueño. “El Hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado.” T-17.I.1:2
Otra
manera de decirlo es que el objetivo de el proceso del perdón es
ayudarnos a recordar lo que realmente somos. Y eso que realmente somos
no se puede explicar en palabras ni se puede entender intelectualmente.
Es simplemente una experiencia.
Por eso un curso de Milagros nos recuerda, “Este curso te conducirá al conocimiento (al mundo Real), pero el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de las palabras.” T-18.IX.11:1-2
Si
no estamos conscientes de ello vamos a intentar aplicar el perdón al
personaje, al yo que se cree estar aquí, cuando el perdón se le aplica a
la mente que cree estar soñando este sueño. A eso se le conoce como la
confusión de niveles. Y sí, al principio se puede decir que estamos
aplicando el perdón al personaje, a nuestras situaciones, pero eso va
gradualmente cambiando y dirigiéndose hacia la Mente cuando tomamos
consciencia de la naturaleza de este trabajo y nos abrimos al sistema de
pensamientos del Espíritu Santo.
Si quieres puedes ver este video abordando el tema sobre a confusión de niveles.
El enlace de YouTube es: https://youtu.be/WXmFMTQMIx8