“No
hallarás paz hasta que hayas extraído los clavos de las manos del Hijo
de Dios y hayas sacado la última espina de su frente.” T-11.VI.7:1
Lo
que se nos recuerda es que hasta que no podamos reconocer la inocencia
en todos y cada uno de nuestros hermanos(as) no podremos experimentar
paz. La razón es porque como todos somos uno, cada odio, resentimiento,
ataque que sienta hacia un hermano no podré sino que experimentar las
consecuencias de ese juicio en mi mismo.
Por eso se nos recuerda que, ”El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo." T-27.VIII.10:1 O ”¿Quién transmitiría mensajes de odio y de ataque si entendiese que se los está enviando a sí mismo?" T-19.IV.B.i.14:11
Lo
que hace que este trabajo sea tan difícil es que el mundo
constantemente da testimonio de que la ira, el odio y la venganza es
justificada ya que constantemente tenemos la “prueba”; en el mundo vemos
las injusticias que se cometen constantemente hacia un hermano, hacia
un pueblo, hacia una nación, hacia un mundo, hacia uno mismo etc.
Sin embargo lo que se nos olvida es que el mundo da constante testimonio de nuestro estado de conciencia. Es “…la imagen externa de una condición interna"
T-21.In.1:5 Por lo tanto si quiero percibir injusticia el mundo se
convertirá en el efecto a través el cual eso será lo que percibiré de la
misma manera que si quiero percibir amor el mundo se convertirá en el
efecto a través el cual eso será lo que percibiré.
Antes de
continuar tengamos algo muy claro. No estamos insinuando de que si
percibo solo amor el mundo de las formas cambiara para acomodarse a mi
percepción. En otras palabras, si solo percibo amor entonces en este
mundo se acabaran las guerras, las injusticias, todos se querrán y se
amarán, etc. No es eso a lo que vamos porque este mundo es el mundo de
la dualidad y por consiguiente el perfecto amor del que hablamos es uno
que va mas allá del mundo de la dualidad.
Lo que
si sucede es que cuando los ojos ven un mundo donde hay dualidad, la
mente consciente reconoce que como solo el amor es real, todo aquello
que aparente ser un ataque se considera ahora como una petición de amor,
otra oportunidad para observar la culpa inconsciente para que la misma
sea sanada.
Por eso se nos recuerda, “Al haberte enseñado a
aceptar únicamente los pensamientos de amor de otros y a considerar todo
lo demás como una petición de ayuda, te ha enseñado que el miedo en sí
es una petición de ayuda. Esto es lo que realmente quiere decir
reconocer el miedo. Si tú no lo proteges, el Espíritu Santo lo
re-interpretará. En esto radica el valor principal de Aprender a
percibir el ataque como una petición de amor.“ T-12.I.8:7-10
Por
consiguiente si hay ira en mi, si hay resentimiento, si hay odio, si
hay autocastigo, esa culpa inconsciente es la que se proyecta en las
escenas que aparento ver “fuera” de manera que pueda justificar mi
sentido de víctima.
Por lo tanto el mundo constantemente está dando testimonios de mis deseos secretos. "Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8 Otra manera de decirlo seria, "Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas."
T-12.VII.7:6 Y lo que deseo es sentirme separado de Dios, por lo cual
se proyecta un "yo" en un "mundo" pero eso sería otra conversación, y no
es necesario para efectos de esta nota.
Continuando, el que me
encuentre experimentando algo que no desee no es razón para sentirme
culpable por esa aparente proyección sino que se utiliza esa proyección
ahora para invitar a otro Maestro (Espíritu Santo), pues esa proyección
se utiliza para tomar consciencia de lo que está escondido en lo más
profundo del inconsciente. De esa manera toda experiencia en el mundo se
convierte ahora en mi currículo para sanar. Es por eso que se me
recuerda que, "Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. En esto no hay excepciones, salvo a juicio del ego." T-4.V.1:1-2
Una
manera muy simple de ver la culpa inconsciente en mi es mirándola en un
hermano. Si veo a alguien como culpable de algo, sea lo que sea, esa es
MI culpa inconsciente, que ahora en vez de tomar responsabilidad de
ella se la proyecto a la primera imagen que puede servir para despojarme
de ella. Pero sigo sintiéndola porque “Las ideas no abandonan su fuente.” W-pI.132.5:3
Y
OJO! Eso no significa que si veo a alguien cometiendo una injusticia
que esa es mi culpa inconsciente. A lo que voy es, si me encuentro
juzgándolo. atacándolo, haciéndolo sentir como verdugo, como victimario,
esa rabia que siento, esa es MI culpa inconsciente, o como el curso le
llama, “…los pecados secretos y odios ocultos, …” T-31.VIII.9:2
que no quiero ver en mi y se los proyecto a la imagen que sirva para
justificarlos. Eso requiere una corrección de percepción en mi para
poder tomar consciencia de que ahí solo hay una petición de amor.
No
tengo que estar de acuerdo con su comportamiento, pero aun así, puedo
sentirme unido a él en amor, en comprensión, en contenido. Es así como
no me dejo distraer por las ilusiones, y como permito que el Espíritu
Santo sane mi mente de toda culpa inconsciente. Eso es estar atento, eso
es estar consciente.
Así que si quiero sentir el amor de Dios,
la inocencia pura en mi, si quiero de verdad experimentar esa paz,
tendré que sacarle todos los clavos de las manos a todos mis hermanos, y
todas las espinas de la frente a todos mis hermanos, pues hasta que no
quede ninguna en ellos, continuaré yo sangrando.
Y
el ego preguntará, ¿pero que hay de los violadores, de los asesinos, de
los gobiernos tiránicos, de mi pareja que se fue con otra persona y
abandono su familia, de mi pariente que me molestó sexualmente, de los
niños que mueren de hambre a diario, de los…? Es por eso que necesitas
la visión de un Nuevo Maestro (Espíritu Santo). Pues esas preguntas
serán por siempre imposibles de contestar mientras te sigas
identificando con el sistema de pensamientos del ego. Pues recuerda, el
sistema de pensamientos del ego es lógico, y según su lógica no hay
posible salida.
Lo más directo a una contestación que pueda
satisfacer esas inquietudes sería observar como te sientes. En otras
palabras, ¿como te sientes cuando juzgas? ¿Como te sientes cuando
alimentas historias en tu mente? No obstante, ¿como te sientes cuando
sueltas las historias, las justificaciones, y simplemente descansas en
este espacio, en este instante, en este momento? Ahí esta la
contestación.
La pregunta es, ¿puedes, o quieres aceptarla? ¿O
prefieres elegir la contestación que el ego te brinda? Y esa es tú
decisión. Ese es tú único libre albedrío, elegir entre el sistema de
pensamientos del Espíritu Santo que te brinda paz, o el del ego que hace
todas esas preguntas que no pueden ni serán contestadas debido a que, “Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar”. T-27.IV.7:4