En
Alemania cuando uno utiliza el tranvía, si se baja, con ese mismo
billete, siempre y cuando no hayan pasado más de 60 minutos, uno puede
retomar la trayectoria sin riesgo de multa.
El detalle no
obstante es que sólo es permitido yendo en una sola dirección. Yo había
regresado a la casa y iba a agarrar el tranvía para de nuevo ir al
centro de la ciudad lo cual constituye ir en sentido contrario. Durante
mi visita, cómo nunca había visto ningún oficial creí que en este caso
podría salirme con la mía y en vez de pagar €2,30 opté por simplemente
sentarme en el tranvía.
Para mi sorpresa ese día parece que los oficiales decidieron salir de sus vacaciones y la multa que termine pagando fueron €60.
Me
gustaría ahora compartir el regalo que esa experiencia me ofreció.
Tenía más que suficiente dinero en mi maleta y sin embargo había una
parte de mí que estaba protegiéndolo. Cuando salí en el tranvía me
lleve €70 pensando pues sentí que eso era suficiente y así no exceder mi
presupuesto ya que estuve viajando por diferentes países de Europa. No
obstante, todavía había una parte de mi que sentía un poco de inquietud y
protegía constantemente el dinero en efectivo que tenía. Pero la vida
siempre sabe como apoyarnos a soltar jejeje. :o)
Cuando se me
presentó esa situación donde me ponen esa multa sentí una leve sensación
como que se cerraba el estómago y faltaba aire. Encima de todo eso la
historia de auto castigo, que es simplemente la culpa inconsciente
aflorando a la superficie, se manifestaba en la historia que se hacia la
mente como un mantra que decía, “¡por ahorrarte €2,60 haz votado €60!” Sin embargo había un regalo escondido que en ese momento era difícil de ver debido a que estaba abrumado por esas sensaciones.
Cuando
ya la mente estaba despejada y el sentir si había desplazado a raíz de
tomar consciencia de que todo ocurre en orden perfecto y de que lo que
sentía no tenia nada que ver con la verdad, llegó el siguiente
reconocimiento:
Como sólo hay una mente, no
hay en realidad un “yo” y un “policía” y un pedazo de papel que se le
conoce como “dinero” separados uno del otro. Todos siendo parte de lo
mismo lo que verdaderamente ocurrió fue que una parte de la mente
llamada “dinero” se transfirió a otra parte de la misma mente llamada
“policía” y no hubo ningún tipo de “pérdida”, nada se “votó”.
Porque
en realidad dentro de la mente que todos somos nada se puede “perder”,
aunque así lo parezca. Simplemente hubo una transferencia de una parte
de la mente que se percibe como individual en el tiempo y espacio a otra
parte de la mente que se percibe como individual en el tiempo y
espacio.
Al tomar conciencia de eso y no dejarme distraer
por mi percepción de mí mismo como separado del todo, reconocí que de
la misma manera que ese dinero (energía o aparente parte de la mente que
se percibe como algo separado en el tiempo y espacio) es parte de mi,
ese dinero sale de "mi" (La totalidad que soy) y se transfiere a otra
parte de mí, solo que ésta vez conocida como “policía” (La totalidad que
soy).
Eso es muy importante entender, pues de la misma manera
que cuando "yo" (La totalidad que soy) necesito lo que sea para poder
ser sostenido en cada momento, de alguna otra parte de "mi" (La
totalidad que soy), ese recurso aparece.
Por eso es que se nos dice, “Busca primero el renio de Dios y Su justicia, y todo se te dará por añadidura," [Matéo 6:33] Es como decir: “Busca primero recordar lo que realmente eres, y las añadiduras se reconocen como parte de ti.” No hay nada que “proteger” si a final de cuentas es solo la única mente jugando el juego del escondite.
Ese
ES el entendimiento de lo que es la VERDADERA abundancia. No que tenga
dinero que me “pertenezca” sino que estoy unido a todo. Por lo tanto
todo me pertenece mientras que simultáneamente nada me pertenece ya que
no hay un "yo" separado que le "pertenecen" cosas o que no le
“pertenecen”. Es paradójico, nada me pertenece porque no puedo ser dueño
de una parte del todo ya que soy el todo, y todo me pertenece porque
soy el todo.
Esto me recuerda una persona en Mexico que
me contó sobre un empresario que tenia mucha memorabilia, objetos
memorables y de valor para el publico en su restaurante, y le
preguntaron, “¿no tiene usted miedo de que le roben alguno de estos objetos?” A lo cual el empresario contestó, “no, ya que de el mundo no pasa.”
En
ese momento sentí como una apertura que no tenía nada que ver con
dinero. Como consecuencia lo que me sentí inclinado fue a querer
compartir de ese dinero que tenía ahorrado por lo cual me llevé a mi
amistad a un restaurante ya que en realidad lo que necesitaba sentir era
el fluir del dinero que tanto estaba protegiendo no el de guardarlo o
"protegerlo."
¡¡¡OJO!!! Esto no significa que vamos ahora a
vaciar nuestras cuentas bancarias y vamos a regalar o "compartir"
nuestro dinero con todo el mundo para ahora dejarlo fluir y esperar que
"regrese" o “crezca.”
A lo que me refiero es que cuando hay un
sentir de escasez ese sentir de escasez no se arregla a raíz de lo que
hagamos con el dinero sino que ese sentir es simplemente una parte de la
mente que nos está indicando que hay una aparente desconexión y lo que
requiere eso es darle presencia a ese sentir y tomar conciencia de que
no estamos nunca desconectados de nuestra Fuente.
De lo contrario
nos la pasamos toda una vida “ahorrando”, “protegiendo” el dinero, aun
cuando eso no garantiza nada. Cuando tomamos conciencia de ello pueda
que nos sintamos inclinados a compartir el dinero con alguien de la
misma manera que simplemente nos sintamos inclinados a experimentar esa
apertura sin necesariamente tener que hacer nada de ese dinero,
Sólo
que en ese momento se le quita todo sentido de especialísimo y la mente
una vez más se libera para recordar que su fuente de vida proviene del
amor de la cual todos somos parte de y no de los símbolos con los que
constantemente nos dejamos distraer de la Verdad.
Así que cuando
agarramos ese pedazo de papel y decidimos dejar de valorarlo, en otras
palabras dejar de endiosarlo, le quitamos todo ese poder ilusorio que le
hemos dado y por consiguiente nos sentimos libres, nos sentimos
abiertos, nos sentimos ABUNDANTES, sentimos otra vez la vida qué somos
que no está limitada a un objeto ni a tiempo ni espacio.
Por
consiguiente en ese momento se erradica la creencia en la separación,
aun cuando nuestros sentidos aparentan ver diferencias. Es como decir,
mis ojos ven una cosa pero mi sentir y me entendimiento profundo sabe lo
que realmente soy.
Esto no necesariamente significa que ese
sentido de carencia no vuelva a surgir. Mientras nos experimentemos como
seres humanos todas esas sensaciones son parte de la experiencia
humana. Pero si esa sensación reaparece se percibe tal y como es y no
nos distrae del conocimiento de que realmente somos la totalidad y no la
individualidad. Por lo cual se le permite ser sentida sin que nos
distraiga de la verdad.
En mi caso yo no intenté erradicar ese
sentir, simplemente lo observé permitiendo que continuará su rumbo
siendo cuidadoso de no permitir dejarme distraer por las historias que
la mente intentaba hacer acerca de ese sentir, acerca de esa
experiencia. Y las historias seguían saliendo, por lo tanto este fue un
proceso de perdón que tuve que mirar por un buen rato.
Inclusive
mi amiga me comentó que había la posibilidad de ir al ayuntamiento y ver
si quizás se me devolvía parte de la multa por yo simplemente ser un
turista y ser mi primera vez en Alemania, y aunque contemplé esa
posibilidad mi sentir me decía que lo soltara.
Quizás en otro
momento desde mi paz me hubiese sentido inclinado a ir al ayuntamiento.
Así que no estamos descartando el recuperar un dinero como algo “malo”.
Eso es tan perfecto como soltarlo, una vez mas, siempre y cuando las
cosas no se hagan para valorara las ilusiones sino que porque es parte
de lo que haría sentido común en ese momento. Solo que como todo, el
dinero se utiliza para fines prácticos, y en este mundo, según como
colectivamente estamos de acuerdo en vivirlo, el dinero es necesario.
Uno
de los ayudantes de Mahatma Gandhi dijo que se requería mucho dinero
para mantener a Gandhi en su pobreza. De la misma manera que a había un
proyecto que requería dinero y le preguntaron al maestro de donde iba a
venir el dinero, y el respondió, “de donde quiera que este en ese momento.” Pero de nuevo, no es nuestra fuente de vida ni de “abundancia”.
Este
fue un regalo inmenso porque me llevó a concientizar, no a aferrar, no a
ahorrar, no ha proteger sino que a concientizar. Recordemos que desde
la perspectiva del sistema de pensamientos personal (ego) en esa
experiencia que tuve ocurrió una pérdida. Desde la perspectiva del
sistema de pensamientos de la unidad (Espíritu Santo) simplemente nada
ocurrió. Desde la perspectiva de la separación el dinero se gasta
mientras que desde la perspectiva de la unidad el dinero se extiende.
¿y a quien se le extiende? a uno mismo porque sólo hay uno.
Pero
¡¡¡OJO!!! de nuevo. Otra vez hay que tener mucho cuidado. El dinero en
este caso, en este relato, se está utilizando como una analogía no como
un hecho. Es el reato que se utiliza para una enseñanza mas profunda.
Por eso es que Jesus utilizaba analogías. Solo que sus analogías se
sacaban fuera de contexto y es ahí donde ocurrida la confusión de
niveles.
En otras palabras lo que se extiende constantemente no
es dinero es amor. De lo contrario caemos en la trampa sutil que es la
de que mientras mas doy mas recibo, y en realidad el dinero cómo es
parte de lo ilusorio si creemos que al dar dinero recibimos dinero lo
que estamos es reforzando en la mente la creencia en la separación ya
que el dinero, como ya dije, y como cualquier cosa en este mundo forma
parte de lo ilusorio.
Al poner nuestra atención "afuera" en lo
que en este caso se le conoce como dinero (ilusión) y el cual se ha
valorado, se nos olvida que lo único que en realidad tiene valor es el
amor que somos y eso es lo que es real.
Por lo tanto El amor es
algo que se comparte desde el interior y eso es lo único que se
extiende. Y a esta extensión de amor, a ese compartir de amor, ya que es
parte de lo que somos, unidad y no separación, en lo que aparenta ser
él "exterior" puede tener la apariencia de un intercambio de dinero como
en otras ocasiones sólo tiene la apariencia de un intercambio de
palabras o de una mirada o de simplemente sentarnos a escuchar a un
hermano. Eso es lo que en realidad se comparte, eso es lo que en
realidad se extiende inspirado por el amor (unidad), no motivado por el
dinero (ilusión de separación).
Eso hay que tenerlo muy claro
porque si no el sistema de pensamientos de la separación en su intento
de espiritualizarse intentará poner esto en práctica en la forma y por
consiguiente el mensaje verdadero se perderá. Eres amor, extiende solo
eso y lo que sea que necesites en cada momento se te proveerá, no como
una fuente externa, sino que como un ejemplo recíproco de el amor mismo
que extiendes; ¡de el amor que ya eres!
Volviendo a mi relato,
cuando sentí que se me cerraba el estómago y se me iba el aire lo que
sentía era miedo. Pero cuando tomé consciencia de que era simplemente
una sensación de desconexión me rendí al sentir, y lo que profundamente
sentí fue el deseo de compartir el dinero, y me sentí abierto, me sentí
amplio, me sentí liberado.
De hecho, dinero en realidad no me
falta, pero la lección ahí es que aun cuando tenemos dinero, parece que
nos falta cuando lo valoramos tanto, cuando hacemos de él nuestra
fuente, nuestro “dios”. Yo conozco millonarios que son muy pobres y
gente humilde que son muy abundantes. En esa experiencia experimenté mi
sentido de escasez, y en cuestión de unas hora mi sentido de abundancia,
y el dinero no creció, inclusive, se compartió.
Permíteme
hacerte la siguiente pregunta, ¿tienes lo que necesitas para este
momento? La contestación, quieras aceptarla o no, tiene que ser si, de
lo contrario no podrías estar vivo leyendo estas palabras, por lo tanto,
¡ERES ABUNDANTE!
Y si dices que no lo eres porque te
falta algo, estás permitiendo que el miedo te haga negar tu abundancia.
No es cuestión de cambiar las circunstancias sino de cambiar de
perspectiva. En este momento lo tienes todo, tienes lo que necesitas,
eso es abundancia. Eso te brinda paz, eso es presencia, y
paradójicamente la vida misma se encarga de los detalles, no para que
manifiestes tus caprichos, sino que para que recuerdes que tu fuente es
la Vida, no lo que tu crees acerca de la vida ni de lo que tu eres.
Y
paradójicamente, aunque esta no es la razón por la cual elegimos
primero y antes que nada la paz interior, una mente tranquila es una
mente inspirada, inspirada por el amor, y de la inspiración podría
surgir una idea en la forma de algún tipo de negocio o intercambio que
pueda resultar en terminar siendo una fuente para generar dinero.
Esto
es vivir presente. En el presente sentí el vacío en aquel momento, y
rendirme al presente me apoyó en aceptarlo, y recordar que no soy lo que
siento, no soy lo que tengo, soy la totalidad que no puede ser definida
ni por un sentir ni por un tener. ¡Que alivio!
Habiendo dicho eso, de ahora en adelante compro todos mis billetes de tren, aun cuando vaya en la misma dirección jejeje!