“La
curación se logra en el instante en que el enfermo deja de atribuirle
valor al dolor. 2¿Quién elegiría sufrir a menos que pensase que con ello
podría ganar algo, y algo que tiene valor para él? 3Indudablemente cree
que está pagando un precio módico por algo de mayor valor, 4pues la
enfermedad es una elección, una decisión.” M-5.I.1:1-4
Cuando
uno se da cuenta de que el sufrimiento no tiene ningún valor, y que no
le ofrece nada, no ve la necesidad inconsciente de proyectar las
condiciones que justifiquen ese sufrimiento. Aunque esas condiciones
pueden adquirir la forma que sea, una de ellas podría ser una enfermedad
física.
Lo importante no obstante es recordar que si el
estudiante se encuentra experimentando una enfermedad física, no cometer
el error de sentirse culpable por ello y ahora creer que porque el
cuerpo esta enfermo de que está haciendo el curso “mal”.
Recordemos
una y otra vez que el curso no está hablando de la forma sino que de la
mente (que es lo que realmente somos), y por consiguiente el único
error que tiene que ser corregido es el de la creencia de habernos
separado de Dios. Pues el cuerpo, que por naturaleza es imperfecto,
tarde o temprano se va a enfermar ya que es parte de su guión cuyo final
es la desaparición del mismo.
El perdón le ofrece al estudiante
el reconocimiento de que su realidad es mente y no cuerpo, por
consiguiente al tomar consciencia de ello el sufrimiento se erradica instantáneamente. Y un efecto secundario
de esa decisión podría ser la curación de una enfermedad. Pero ya a
este nivel de sanacion, donde el sufrimiento ha sido erradicado de la
mente, lo que suceda con el cuerpo es irrelevante pues no hay
sufrimiento, no hay miedo. Solo hay paz, dicha, felicidad.
Y como
había mencionado antes, ese sufrimiento al que inconscientemente le
damos valor creyendo que nos puede proveer algo se puede manifestar de
muchas maneras, dificultades financieras, problemas de relaciones,
conflictos familiares, depresión, etc.
Y la salida inmediata del sufrimiento, no de la condición experimentada sino que del sufrimiento es la misma, “Si
estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de
pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te
conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7
Otra manera de decir lo mismo seria:
“Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada (cuando
me encuentro interpretando, juzgando), afirma lo siguiente: No conozco
el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo
responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para
que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9
Que sería lo mismo que decir; "Nada de lo que veo significa nada." W-pI.1
Que sería lo mismo que decir;
"Lo esencial, sin embargo, es que reconozcas que no sabes nada. El
conocimiento es poder y todo poder es de Dios. Tú que has tratado de
quedarte con el poder para ti sólo lo has "perdido". Todavía lo tienes,
pero has interpuesto tantos obstáculos entre él y tu conciencia de él
que no puedes utilizarlo. Todo lo que te has enseñado a ti mismo, ha
hecho que seas cada vez menos consciente de tu poder." T-14.XI.1:1-5
Esto
nos ayuda a dejar de poner la atención en la forma y retornar la mente a
la paz de Dios que está siempre en nosotros en todo momento, sin poder
ser afectada por nada ni por nadie. Y paradójicamente, un efecto
inmediato de ese perdón podría tomar la forma de una curación o de una
resolución del aparente conflicto que estemos experimentando. Eso es lo
que se le conoce como "añadidura."
Por consiguiente,
nunca elijamos la resolución del conflicto ya que eso le da realidad a
las ilusiones. Elijamos el perdón para recordar que somos el Santo Hijo
de Dios inocente. Eso es lo que en realidad importa. Es así como se
experimenta el sueño feliz.