Comentario: Por lo que me dices, tengo el presentimiento de que estás confundiendo la paz con meros momentos de tranquilidad. Y eso no es paz, eso es simplemente lo opuesto a dolor. La paz de la que estamos hablando es no tiene opuestos, de la misma manera que el verdadero Amor no tiene opuestos. Mi vida en general por ejemplo, experimento paz, pero mi vida personal como todos tiene momentos de conflicto y de miedo, pero una vez mas, es ahí donde se elige de nuevo.
La resistencia que experimentamos aquí, es que no queremos dejar a un lado nuestra identidad, nuestra experiencia física, y queremos que Dios la "arregle". De esa manara conservamos el miedo (ego, mundo) solo que ahora mas "amansado". El problema es que lo que se tiene que arreglar no es nuestra experiencia aquí, sino que nuestra mentalidad, que es la que se cree estar experimentando esto. No obstante, a medida que reconoces que la paz de Dios es lo que realmente quieres, no estamos diciendo que ignores tu experiencia física, ni que ignores tus creencias. Simplemente las estas ahora observando con un nuevo Maestro.
Este proceso no es fácil, aunque sea simple. No es fácil porque le tenemos tanto pánico al Amor, a Dios, que por eso es que nos escondemos en este cuerpo, en este mundo, para creer poder mantenernos alejados de Dios, que según la culpa inconsciente, creemos que El nos va a castigar por habernos "separado" de El. Por lo tanto el enfoque del curso es retornar la Mente al Amor (Paz, Verdad). Lo que me cuentas son experiencias que estás teniendo de la misma manera que yo tuve, y continuo teniendo las mías en diferentes áreas.
No obstante, reconozco que todo lo que estoy percibiendo son nada mas que mis pensamientos, y el hecho de que sepa eso no significa que no reaccione, ni que no pierda mi paz en momentos, significa no obstante que al estar consciente de ello, puedo retornar la mente al Espíritu Santo mas rapidamented. En otras palabras, puedo elegir de nuevo. Y eso es en si lo que estamos haciendo. Eligiendo una y otra vez en la mente, no en el "mundo", la paz de Dios. Otra manera de decir eso, es que estamos constantemente perdonando.
Por lo tanto, lo que antes me afectaba, o ya deja de afectarme, o puede dejar de afectarme en una hora, un minuto, o una semana, cuando antes me hubiese tomado años! Pero una vez mas, todo esto son palabras, que aunque suenen muy bonitas, si tu no estas completamente consciente de que el trabajo es elegir la paz de Dios a través de esos Instantes Santos (momento presentes), perdonando, te la vas a pasar distraída por todo lo que esta supuestamente sucediendo a tu alrededor, cuyo propósito es el de mantener tu atención en el mundo de las ilusiones, reforzando en tu mente la creencia de que tu existes, de que este mundo existe, en otras palabras, de que la separación del Padre ocurrió.
Lo único que puedes hacer es perdonar. Eso es todo lo que hacemos. Las ilusiones tendrán muchas diferentes formas, que por eso se nos dice, : "Es fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque. Los aspectos que necesitan solución no cambian, sea cual sea la forma que el problema parezca adoptar. Un problema puede manifestarse de muchas maneras, y lo hará mientras el problema persista. De nada sirve intentar resolverlo de una manera especial. Se presentará una y otra vez hasta que haya sido resuelto definitivamente y ya no vuelva a surgir en ninguna forma. Sólo entonces te habrás liberado de él." T-26.II.1:1-8
El curso no te dice que hacer en ninguna situación pues el curso nunca habla de la forma, no obstante, aquí en este mundo lo único que te pide que hagas constantemente es elegir al Espíritu Santo para que te ayude a percibir las cosas de otra manera. Pero tienes que estar consciente de que el trabajo del curso no es el de "arreglar" tus ilusiones, sino que de diariamente querer tener una relación mas intima con Dios en ti. Es ahí donde tienes acceso a la verdadera paz, la que se le conoce como la paz que sobrepasa todo entendimiento. Ese es en sí el trabajo.
