Comentario: Cuando anoche te acostaste a dormir y empezaste a soñar te estabas experimentando en un nivel. Luego abres tus ojos y despiertas esta mañana y te encuentras a otro nivel. No obstante, el nivel en el que te encuentras ahora no se puede mezclar con el nivel en el que te encontrabas anoche cuando estabas soñando.
Por lo tanto, o estas en uno, o estas en otro, pero no puedes estar en los dos, o compartiendo algo de uno en el otro, que por algo es que el curso no recuerda, "La elección no es entre qué sueños conservar, sino sólo si quieres vivir en sueños o despertar de ellos. De ahí que el milagro no excluya de su benéfica influencia algunos sueños. No puedes quedarte con algunos sueños y despertar de otros, pues o bien estás dormido o bien despierto. Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades." T-29.IV.1L5-8
Pues aquí en este plano físico, creemos estar despiertos, cuando en realidad somos parte de un sueño. Por lo tanto, la confusión de niveles llega cuando la gente confunde esta experiencia física con lo la Verdad, y por ende terminan "espiritualizando" esta experiencia.
Lo que sucede en este mundo es de este mundo, no obstante lo que sucede en la Verdad es de la Verdad que no tiene nada que ver con este mundo. Es a eso a lo que se refiere la famosa linea de las Escrituras, “…al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’." [Marcos 12:17] Otra manera de decirlo, “…al mundo lo que es del mundo, y a la Verdad lo que es de la Verdad’".
Por lo tanto, cuando vez una persona diciendo por ejemplo, "Le pedí al Espíritu Santo y se me arreglo mi problema aquí en este mundo…" es porque cree que el Espíritu Santo trabaja en el nivel de las formas haciendo "milagritos" por ahí concediéndonos nuestros "caprichos" o deseos.
Eso es una confusión de niveles porque el Espíritu Santo no comparte el sistema de pensamientos del ego que es el hacedor de esta experiencia. Si hay una cosa que el Espíritu Santo está muy claro, es que no hay nadie aquí, ni siquiera nosotros que "creemos" estar aquí. Por algo la enseñanza básica del curso es: "¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar." W-pI.132.6
El pedirle al Espíritu Santo o a Cristo o a Dios que nos conceda nuestros deseos es la típica confusión de niveles que es lo mismo que tratar de traer la Verdad a las ilusiones, que por algo el curso nos recuerda, "Cuando tratas de llevar la verdad ante las ilusiones, estás tratando de hacer que las ilusiones sean reales y de conservarlas justificando tu creencia en ellas. Llevar las fantasías ante la verdad, no obstante, es permitir que la verdad te muestre que las ilusiones son irreales, lo cual te permite entonces liberarte de ellas." T-17.I.5:4-5
El Espíritu Santo simplemente es un recuerdo en nuestra memoria que constantemente nos está recordando que esta no es nuestra realidad, y que la separación nunca ocurrió, por lo tanto al empezar a percibir el mundo a través de la visión del Espíritu Santo, no nos sentimos afectado por nuestras circunstancias. Se percibe esta experiencia tal y como es, un sueño, un espejismo, mientras nos sentimos amados y apreciados por Dios.
Esa mentalidad nos ayuda a percibir todo como una oportunidad de percibir amor o como una petición de amor, pues el amor es lo único que mora en nuestra mente y las ilusiones son simplemente distracciones que si continuamente nos identificamos con la mente recta del Espíritu Santo en nosotros, esas distracciones no podrán distraernos de la Verdad en nosotros. Por lo tanto, aunque nos creemos experimentar como seres humanos a un nivel físico ilusorio, mentalmente sabemos que pertenecemos a otro nivel.