Una
de las frustraciones más grandes con las que se puede topar un un
estudiante de Un Curso de Milagros es intentar unirse a su hermano en la
forma. Ay siempre que tomar en cuenta que lo que los ojos ven es nada
más que la representación mental de la separación. Es por eso que los
ojos "ven" cuerpos separados.
Tratar de unirme a mi hermano en la
forma sería como tratar de percibir unidad en la separación, o intentar
percibir luz en la oscuridad.
Por lo tanto cuando el curso
habla de unirte a tu hermano está más bien hablando de unirte a Cristo.
Esa unión ocurre en la mente no en la forma.
Al unirme a Cristo
en la mente es ahí donde comparto Su visión de amor, de unidad y de
inocencia, y la consecuencia de esa union es poder sentirme unido a mi
hermano en la forma.
Si intento unirme a mi hermano en la forma,
siempre y cuando su comportamiento me agrade me sentiré “bien”. No
obstante si el comportamiento de mi hermano en la forma me desagrada me
sentiré “mal.” Y ahora que me siento mal quiero a toda costa unirme a mi
hermano ya que eso es lo que el curso me dice. Pero mientras que mi
mentalidad no esté unida a la de Cristo, la ira, el resentimiento, todo
eso lo voy a seguir sintiendo por mas que intenten “unirme” a mi hermano
(al cuerpo que mis ojos creen ver).
Por lo tanto es importante
siempre recordar que la union no tiene nada que ver con el mundo de las
formas sino que en la mente, a unirme a Cristo en mi mente. Esa es la
única union que es necesaria.
Unirme a Cristo es
compartir Su sistema de pensamientos. Y al compartir Su sistema de
pensamientos, no hay nada que la forma pueda hacer para distraerme de la
Verdad. Ya mi hermano en la forma (cuerpos comportándose de cualquier
manera) no tiene el poder de afectar mi MENTE. Pues la misma esta UNIDA a
la mentalidad de Cristo. Eso es todo lo que el curso me pide de
principio a final.