Pregunta: "Hola
Nick! Quisiera preguntarte algo que leo mucho en tus notas. Casi todas
las persona que practican el Curso nos hablan del practicar el perdón y
me parece muy bien, pero tu ademas nos dices mucho de descansar en ese
espacio de silencio . Me podrías hablar sobre el perdón y el descansar
en el silencio? He tratado de hacer eso de dedicarme a simplemente
cerrar mis ojos, pero se me vienen un montón de pensamientos, o sea que
hay todo menos silencio. Tienes alguna sugerencia para esa práctica de
descansar en el silencio? Me encanta cuando te leo, pero no se como
logarlo. Gracias por todo tu apoyo en este regreso a casa. Un abrazo!!"
Comentario:
Cuando me doy esos espacios de quietud se puede deducir que estoy
poniendo en practica el perdón. Lo que sucede es que muchas personas
utilizan la práctica del perdón y los espacios de quietud, no para poder
recordar que son mente unida, sino que más bien para resolver algún
problema.
Cuando algo les va mal quieren poner en práctica el
perdón para que así el Espíritu Santo o lo que sea les “arregle” su
situación. El problema con ese acercamiento, que es muy típico por
cierto, es que la persona no está interesada en la Verdad sino que más
bien quiere mantener su deseo de sentirte especial (cuerpo separado,
personaje) sólo que con su mundo “perfecto.”
Eso hay que tenerlo
muy claro pues de lo contrario se estará utilizando la práctica del
perdón y los espacios de quietud para tratar de manipular las ilusiones
de manera que se adhieran a lo que la persona cree que desea o que es lo
mejor.
Por consiguiente la primera pregunta qué tienes que
hacerte es, ¿qué es lo que verdaderamente deseo, recordar que soy uno
con Dios y por consiguiente uno con todo en vez de este cuerpo separado,
o simplemente quiero manipular mis ilusiones para adquirir alguna cosa o
experiencia que desee en este mundo de manera que continúe creyendo que
soy este cuerpo, que soy este personaje separado y que esta experiencia
física es mi realidad?
Eso es muy importante pues una vez que
uno está consciente de qué lo que desea es recordar la Verdad, ahora
todas y cada una de nuestras experiencias se utilizan con el único
propósito de constantemente discernir entre lo que es real y lo que es
falso.
Así es como puedo aprovechar los momentos de quietud
favorablemente. De lo contrario voy a intentar controlar mis
pensamientos, evitar los que me molestan mientras que disfruto de los
que me agradan, y todas esas son diferentes maneras de distraerme del
objetivo para el cual la práctica del perdón fue concebida.
En
este mundo, que simplemente representa la creencia en la separación,
todo lo que mis sentidos muestran es falso. Todo lo que “pienso”, todo
lo que “oigo”, todo lo que “veo”, todo lo que “siento” es falso porque
todo eso simplemente corrobora la creencia en la mente de que soy un
cuerpo, de que soy un ser humano en un mundo de separación. Por eso es
que se me recuerda: “Una vez que alguien queda atrapado en el mundo
de la percepción, queda atrapado en un sueño. No puede escapar sin
ayuda, porque todo lo que sus sentidos le muestran de la fe de la
realidad del sueño.” (Prefacio UCDM)
Y de la manera que pido
ayuda, es dándome esos espacios de quietud para poder discernir
conscientemente recordando que nada de lo que pienso es mi realidad. Esa
es la practica del perdón. Pues el perdón es simplemente otra manera de
dejar nuestro sistema de pensamientos libre para que el Espíritu Santo
puede corregirlo. Y eso sucede muy naturalmente, según se va uno
abriendo a aceptar la Expiación. Y si la palabra Expiación te confunde,
déjala a un lado y simplemente sustitúyela por la palabra Verdad.
Y
la Verdad con letra mayúscula es algo que no se puede explicar con
palabras ni definir ni intelectualmente entender. Es simplemente una
corrección perceptual que sucede como resultado de una nueva toma de
conciencia a raíz de dejar de proteger nuestro sistema de pensamientos
personal (ego). Este proceso requiere fe y confianza. Y sobre todo paciencia.
Cada
vez que me siento abrumado o molesto por alguna situación, primero lo
que me llega a la mente es la lección 5 del curso que me recuerda qué nunca estoy disgustado por la razón que creo.
Eso no significa que el malestar desaparezca pero sí significa que
conscientemente reconozco que ahí se me ha presentado una oportunidad
para perdonar. Lo que hago en ese momento es brindarme la oportunidad de
sentir esa sensación y observar esa experiencia trayendo mi atención al
presente observando la historia que la mente quiere fabricar para
distraerme.
Ahora que mi atención está puesta en el sentir, en
el presente, puedo cerrar los ojos y observar el escenario más
conscientemente de manera que me pueda recordar que soy la presencia
misma, que soy en observador en vez de la víctima o el personaje que se
encuentra experimentando esa experiencia, recordando que, “Cuando de
alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada afirma lo siguiente:
No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto,
cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado
para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9, y así es como pongo en practica el perdón.
Como
ves no estoy intentando controlar mis pensamientos simplemente en total
aceptación observó el contenido de la mente para así poder recordar que
es falso. De ahí en adelante si hay algo que yo tenga que hacer o decir
confío en que será lo correcto para mí. En ocasiones no se requiera que
haga nada y que simplemente sienta de la misma manera que en otras
ocasiones se requiere de mi algún tipo de acción.
Pero eso es
irrelevante. El mensaje que quiero que saques de esta nota es que
recuerdes que el objetivo de la práctica del perdón no es para
mantenernos distraídos arreglando nuestro mundo o manteniendo nuestra
identidad como ser humano, personaje separado. Simplemente es que
tomemos conciencia que el objetivo del perdón es despertar de este sueño.
Y
para los efectos de esta explicación, la práctica del discernimiento
mental se hace en todo momento que sea posible. En otras palabras, aun
cuando las cosas van "bien" me doy esos espacios de quietud para
descansar en la paz de Dios, pues el ego si no utiliza el dolor para
distraer utiliza el placer, y los dos son caras opuestas de la misma
moneda.
Por consiguiente cierro esta nota con la pregunta que te
exhortó que te hagas la cual es, ¿qué es lo que verdaderamente quiero,
recordar que esta experiencia no es mi realidad o seguir haciendo esta
experiencia real en la mente? Otra manera de decirlo sería si lo que
quiero en realidad es la verdadera paz o si lo que quiero es seguir
distrayéndome con las ilusiones. Por eso se nos recuerda: “Desear la
paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie
que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la
manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2 Ya eso lo decidirás tú.