Lo
que realmente Soy no puede ser ni explicado, ni definido, ni siquiera
entendido. Ya que el explicar, entender, o definir son características
que le pertenecen al “yo” que creo ser. Y eso que creo ser es una
imagen. Y luego a esa imagen le superpongo otras imágenes.
Empezando
por creer que soy este personaje, digamos que tengo una imagen de mí
mismo que dice que soy el proveedor para mi familia, o que debo proveer
para mi familia. En el momento que algo sucede que no permite que pueda
proveer para mi familia me siento herido. ¿qué es lo que en realidad
puede sentirse herido? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi mismo?
Lo
opuesto también, digamos que tengo una imagen de mí mismo que dice que
soy el proveedor para mi familia, o que debo proveer para mi familia. Y
todo me va bien por lo cual puedo sentirme orgulloso. ¿qué es lo que en
realidad puede sentirse orgulloso? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi
mismo?
Si yo tengo una imagen que dice soy un buen padre o
madre, una imagen que yo mismo forjé o que se me ha vendido de lo que
es ser un “buen padre o madre”, y de buenas a primeras mi hijo me dice
que soy mal padre o madre, por consiguiente me siento herido, ¿qué es lo
que en realidad puede sentirse herido? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi
mismo?
Miremos también su opuesto, si yo tengo una
imagen que dice soy un buen padre o madre, una imagen que yo mismo forjé
o que se me ha vendido de lo que es ser un “buen padre o madre”, y de
buenas a primeras mi hijo me dice que soy un buen padre o madre, por
consiguiente me siento "bien", ¿qué es lo que en realidad puede sentirse
"bien"? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi mismo?
Si tengo
una imagen de mí mismo que dice que soy un buen amante, o si tengo una
imagen que me ha vendido la sociedad de lo que es ser un buen amante, y
por alguna razón mi pareja me dice lo contrario, ¿qué es lo que en
realidad puede sentirse herido? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi mismo?
Al igual que los otros ejemplos, también tiene su opuesto.
Si
tengo una imagen de mí mismo que dice que soy una persona inteligente y
muy preparada, y alguien me dice lo contrario, ¿qué es lo que en
realidad puede sentirse herido? ¿Yo, o la imagen que tengo de mi mismo?
Al igual que los otros ejemplos, tambien tiene su opuesto.
Si
tengo una imagen de mí mismo que dice que soy una persona fracasada,
¿qué es lo que en realidad puede sentirse herido? ¿Yo, o la imagen que
tengo de mi mismo? Al igual que los otros ejemplos, también tiene su
opuesto.
Pero no para ahí. Aquí es donde se pone interesante la
cosa. Si ahora intento buscar ese Yo del que estamos hablando, y a eso
se le conoce como la búsqueda de la verdad o lo que sea, estoy forjando una nueva imagen
la cual es la imagen del buscador. Y eso fortalece la imagen que tengo
del “yo” que interesantemente es el obstáculo que tiene que ser removido
para experimentar lo que Soy.
A eso se debe que un curso de
Milagros nos recuerda que nuestro objetivo no es buscar ni entender lo
que es el amor (lo que realmente Soy). “Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso esta mas allá de lo que se puede enseñar.” T-In.1:6
El
objetivo de un curso de Milagros es apoyarnos a ver todas las imágenes
que hemos forjado (obstáculos), para que según se van dejando a un lado a
raíz de un cambio de mentalidad, podemos experimentar lo que realmente
somos (Amor, Unidad). “Pretende, no obstante, despejar los obstáculos
(imágenes) que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es
tu herencia natural.” T-In.1:7
Este proceso es tan simple y
sin embargo simultáneamente es aterrador por el mero hecho de que si
suelto las imágenes que tengo acerca de mi mismo estoy dejando a un lado
mi Identidad. Y aunque esa identidad es falsa, la defiendo a toda costa
pues es la única que conozco. Y aun cuando esa identidad es la que me
lleva a experimentar miedo, dolor y sufrimiento, la defiendo porque me
he convencido que dejarla a un lado es morir, es desaparecer, una vez
mas, es dejar de ser “yo.”
Sin embargo cada vez que nos brindamos
la oportunidad que practicar el instante santo, esos momentos de
quietud donde tenemos la experiencia directa de lo que es sentir esa
paz, nuestra confianza en ese espacio, y nuestro deseo de querer
experimentarlo más a menudo aumenta. A eso se refiere el curso cuando
nos dice; “Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta
aumentará a medida que recurras más y más a mí -en vez de a tu ego- en
busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de
que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer.” T-4.VI.3:1-2
Y
es así como gradualmente se van deshaciendo las imágenes que hemos
forjado sobre nosotros mismos, no como un sacrificio, sino que más bien
como un deseo genuino de querer continuar experimentando esa paz.
Por
lo tanto no tienes que preocuparte por recordar lo que Eres sino que
más bien observa todas las imágenes que has forjado sobre ti mismo, y
según las vas observando puedes empezar a reconocer que todas y cada una
de ellas son falsas. Inclusive el sentir mismo se empieza a reconocer
como alguien que dice, “me experimento como alguien que siento pero esto
no es lo que realmente soy”.
Puedo entonces ahí rendirme al
sentir recordando que lo que Soy es el espacio vacío que contiene
inclusive el sentir mismo. El sentir no es algo que "yo" siento es la
experiencia misma. Mientras más cómodo me siento en ese espacio donde no
tengo nada que “deba” hacer, nadie a quien “impresionar”, nada que
tenga que “ser”, ninguna imagen sobre mi mismo ni sobre el mundo que
tenga que defender, según todas esas imágenes van poco a poco perdiendo
el valor que les habia adjudicado, ¿qué es lo que queda? Eso. Solo Eso. Y
Eso es lo que Soy. Lo puedes llamar Amor, Comprensión, Dios, Unidad,
Totalidad, Esencia, pero a final de cuentas es solo Eso. Y Eso es paz.
La pregunta ahora es, ¿puedes confiar en Eso?
Y
el miedo pregunta, ¿pero si recuerdo que soy Eso desaparezco? Y de
nuevo, esa es la imagen que se tiene que ir deshaciendo, la imagen de
que soy algo diferente a Eso, pues mientras esa imagen se defienda, es
imposible reconocer que soy Eso. Pues Eso es solo Eso, y Eso por
consiguiente, es la ausencia total de lo que creo que soy. Es la
ausencia total de la imagen que tengo sobre mi mismo, que sería lo mismo
que decir, la imagen que he interpuesto sobre, o mejor dicho, que creo
haber interpuesto sobre Eso.
Una vez mas, no hay que hacer nada para “buscar” o “encontrar” Eso. ¡Ya eres Eso! No obstante, Eso se revelará cuando este uno listo para experimentarlo.
Lo
que puedo hacer, no obstante, es mirar los obstáculos para elegir no
interpretar, y así la mente poco a poco va dejando a un lado los
juicios, las interpretaciones, y lo que queda como resultado de soltar
las imágenes, de soltar los apegos, de soltar las interpretaciones
(juicios), es Eso (paz).
Si hay prisa, entonces sigues
identificándote con el “yo” que crees ser, y eso es lo que no te
permitirá experimentar Eso. Por lo tanto, confiando en el proceso,
tomando el tiempo que sea necesario, no para encontrar Eso sino que mas
bien para ver los obstáculos que surgen de manera que pueda aplicar el
perdón, es otra manera de confiar en Eso. Pues Eso siempre Sabe lo que
Hace, yo solo tengo que salirme del medio. Y me salgo del medio cada vez
que reconozco que no sé nada.
Le pregunta un estudiante a su maestro, “maestro, ¿como puedo hacer para iluminarme como usted?” El maestro le contesta, “ven a estudiar conmigo por 10 años.” El estudiante, con su deseo de iluminarse mas “rápidamente” le dice, “maestro,
estoy dispuesto a meditar 24 horas al día, 7 días a la semana, los 365
días del año, leeré todos los libros que pueda leer, haré todos los
ejercicios que usted me pida, haré todo lo que fuese necesario.” Lo cual el maestro le contesta, “en ese caso te tomará como mínimo 55 años.”
Descansa
en este momento y haz de cada momento un descanso. Y cuando surge el
miedo, cuando surge la culpa, haz la siguiente pregunta, ¿que imagen de
mi estoy intentando defender? Y en ese momento puedes tomar consciencia y
descansar en este momento, atendiendo al sentir sin juzgarlo, sin
interpretarlo, descansando en ese espacio de completa des-identificación
con la imagen, y confía.
Toda imagen le pertenece a un “yo.” Eso
que realmente Soy, está libre de imágenes. Y aunque mi imagen sea ahora
mismo la de un ser humano escribiendo estas palabras, mi mente puede
recordar, a raíz de no hacer nada importante de esto, que simplemente
Soy. Ahora se le quita el poder a la imagen, aun cuando todavía se
percibe, y la mente se abre a la paz que mora en mi, que És lo que
Realmente Soy.