Mis
dos últimos artículos hablan sobre establecer límites en las
relaciones. Una pregunta común que recibo es que si uno es consciente
espiritualmente no se sentiría molesto por ataques o negatividad de los
demás. Sí, es cierto que cuando estás espiritualmente consciente no
tienes una reacción personal a lo que otros dicen o hacen. Pero eso no
quiere decir que quieras estar cerca de la disfunción si puedes elegir
no estarlo.
En primer lugar, quiero señalar que las personas que
están teniendo problemas en sus relaciones aún no han alcanzado un nivel
de conciencia espiritual en el que han dejado de recibir una carga
emocional de las actitudes y comportamientos de los demás. Si hubieran
llegado a ese punto no necesitarían preguntar cómo hacer frente a sus
relaciones! Poner límites sería automático. De hecho, una señal de que
alguien con baja autoestima está creciendo en su conciencia espiritual
es que están listos para empezar a poner límites con otras personas
disfuncionales. Un efecto secundario de un desarrollo de conciencia
espiritual es un “yo” más saludable.
Pero volviendo al punto:
Cuando estás espiritualmente consciente simplemente no tienes ningún
deseo de estar cerca de un montón de drama, lo cual es el resultado
directo de la disfunción. Así que cuando tienes una opción, pones
límites. Incluso cuando estás espiritualmente consciente prefieres
sentarte en un lugar tranquilo en lugar de al lado de un motor de un
avión.
A veces no tienes otra opción. O pueda que sí tengas otra
opción, pero estás recibiendo algo más de la situación que te es de más
valor para ti. Por ejemplo, puedes aguantar a tu tío intolerante en los
días de fiesta, porque es parte de la familia y quieres estar con los
otros miembros de su familia. Poner tu límite en este caso sería
relacionarte lo menos posible con el tío intolerante en eventos
familiares. Y no le buscas fuera de eventos familiares. O tal vez
trabajas con alguien que es implacablemente negativo y crítico por lo
que limitas el tiempo de interactuar con esa persona a simplemente
proyectos compartidos. También puedes tener un querido amigo cuya vida
de vez en cuando entra en erupción en el drama y el victimismo, incluso
contigo, pero trabajas eso con él debido a que obtienes otros beneficios
de esa relación.
La vida en el mundo está rodeada de tanta
disfunción por qué entonces, cuando se tiene la elección, ¿no elegir una
escena pacífica exterior que refleje la paz interior? De hecho, es
automático buscar y crear fuera lo que está reflejado en tu interior. No
es una coincidencia que los que son más conscientes espiritualmente
tienen vidas exteriores más tranquilas, más simples, más armoniosas.
Y, sobre todo, los límites que estableces no sólo son para tí. Son una manera amorosa de demostrar: "Yo estoy completo y tú también. Puedo ver que hay mucho más de ti de lo que ahora estás demostrando."
Al tú poner límites sirve de ejemplo para que otros reconozcan lo que
es valorarse a uno mismo y ser íntegros con uno mismo. Le das a otros la
oportunidad de ver su propio comportamiento y salir fuera de su
disfunción y su inmadurez. El que ellos decidan hacerlo, por supuesto,
eso ya su elección.
Para información adicional sobre el trabajo
de Liz Cronkhite con Un Curso de Milagros o para alguna consulta
personal visita su sitio web: www.ACIMMentor.com (Liz solo habla Ingles).