“!Cuán felices serían tus sueños si no le adjudicases a cada una de las figuras que aparece en ellos el papel que ‘debe’ representar!” T-29.IV.5:1
Extractos como ese son simplemente
variaciones de la misma lección, “no juzgues”, “no interpretes.” Eso es todo lo
que se te dice. Por eso “nada de lo que veo significa nada.”
W-pI.1
En otras palabras, ¿cuán feliz serías ahora
mismo si dejases de interpretar tus experiencias? ¿Si dejases de interpretar
tus ilusiones? Un ejemplo, un familiar no cumple con su promesa. ¿Como te
sentirías si no interpretases eso de ninguna manera y lo vieses tal y como es,
una persona que simplemente actuó de una manera y que lo que haya hecho no
tiene ningún efecto sobre ti porque no lo interpretaste, porque no lo juzgaste?
Vamos a mirar el mundo en general, ¿como te
sentirías si aceptases las cosas como sin, sin interpretarlas, sin opinar sobre
ellas, simplemente dejándolas ser tal y como son? ¿Como te sentirías si no
esperases nada del mundo ni de nadie, y siempre vivieses el presente, tal y
como es, en completa aceptación?
Como podemos ver, si dejásemos todas las
expectativas a un lado y aprendiésemos a vivir cada momento presente, con todos
su sentires, con todas sus experiencias, sin hacer juicio ni interpretaciones
de nada, que por eso se nos recuerda una y otra vez, “¿Preferirías
tener razón a ser feliz?“ T-29.VII.1:9, seriamos ¡felices!
Por lo tanto, este día, es uno donde se te
brinda una vez mas la oportunidad de poner en practica el verdadero perdón al
recordar que no sabes nada. Eso es lo que hace que no se le proyecte al mundo
significado alguno.
Según la culpa inconsciente se va sanando,
el efecto de esa sanacion es vivir en el mundo con la inocencia de un niño que
sabe que no sabe. Ahí se libera la mente de toda preocupación, de todo miedo, y
por consiguiente recuerda su inocencia.