Si creo que mi estado mental o de animo tiene algo que ver con las escenas estoy completamente invirtiendo causa y efecto. Creo que la causa de mi paz o de mi falta de paz es la escena transigente (efecto). Y por consiguiente busco la manera de cambiar la escena para poder sentir paz. Pero siempre hay que recordar que el mundo que veo es, “…la imagen externa de una condición interna." T-21.In.1:5
Por lo tanto la paz o el conflicto interno no lo determinan las escenas sino que como las interpreto. Y esa interpretación está basada en el sistema de pensamientos que elijo en cada momento. Lo interesante del caso es que la palabra interpretación, si elijo el sistema de pensamientos del Espíritu Santo tiene un sentido opuesto a la del ego. La interpretación del ego es siempre entre “bueno” o “malo”. La del Espíritu Santo no obstante es entre cierto o falso.
Si elijo la interpretación del ego necesito fabricar una historia que justifique la razón por la que una cosa es “buena” y la otra es “mala.” Y esa interpretación da lugar a como me voy a sentir en cada momento, “bien” o “mal”, “placer” o “dolor.”
Si elijo el sistema de pensamientos del Espíritu Sano, no hay necesidad de interpretación alguna ya que la interpretación la está haciendo el Espíritu Santo por mi, y yo simplemente disfruto de su efecto el cual es paz interna.
Así que miro la playa, disfruto del paisaje recordando que no significa nada. Ahora que salgo del apartamento para salir a caminar observo como las escenas continúan cambiando. No hago una escena “mejor” que la otra.
Así me convierto en el observador de la experiencia. Y la vida se convierte en una película llena de sorpresas, y como ninguna de ellas determina mi estado mental, todas las sorpresas son bienvenidas, todas las sorpresas son aceptadas, todas las sorpresas son ahora “interpretadas” por Aquel que realmente Sabe.
“El objetivo de los ejercicios es ayudarte a despejar la mente de todas las asociaciones del pasado, para que puedas ver las cosas exactamente tal como se presentan ante ti ahora y también para que te des cuenta de lo poco que realmente entiendes acerca de ellas.” W-pI.3.2:1
“Si te acostumbras a observar tus pensamientos (incluso lo que percibes como imágenes ‘fuera’), descubrirás que éstos representan una mezcla tal, que, en cierto sentido, a ninguno de ellos puede calificársele de "bueno" o de "malo". Por eso es por lo que no significan nada.” W-pI.4.1:6-7