“No hay situación a la que los milagros no sean aplicables, y al aplicarlos a todas las situaciones el mundo real será tuyo.” T-12.VII.1:4
Los milagros, como ya sabemos, son nada mas
que cambios de percepción, donde antes se percibía miedo ahora se percibe amor.
Así que en todo momento estamos observando
si en la mente hay juicio o amor. Si sentimos algún juicio, miedo, obviamente
no estamos identificados con el amor, y en vez de ver una petición de amor en
cada experiencia lo que percibimos es ataque.
Si de lo contrario se utiliza cada
experiencia para traer la atención al interior y por consiguiente recordar que
solo el amor es real, según la mentalidad cambia, ahí es donde el milagro
ocurre. Y lo que sucede es que el mundo real es con lo que ahora se identifica
uno, independientemente de lo que los ojos están contemplando ya que los ojos
no tienen acceso al mundo real.
Inclusive, los ojos no ven nada. Solo ven
separación por eso es que hacen juicios. Es por eso que nos recuerda: “Hoy no
utilizaré los ojos del cuerpo.” W-pI.270
“No reconoces que los pensamientos que
piensas que piensas no son nada debido a que aparecen como imágenes. Piensas
que los piensas, y por eso piensas que los ves. Así es como se forjó tu
"manera de ver". Ésta es la función que le has atribuido a los ojos
del cuerpo. Eso no es ver. Eso es fabricar imágenes, lo cual ocupa el lugar de
la visión, y la reemplaza con ilusiones.” W-pI.15.1:1-7
Pero si en la mente estoy identificado con
el amor en mi, será muy fácil pasar por alto lo que los ojos “ven”, aun cuando
los ojos siguen “viendo” esa imagen, y por consiguiente con la visión del
Espíritu Santo (el amor) se puede percibir lo que va mas allá de la forma. “La
verdadera visión no sólo no está limitada por el espacio ni la distancia, sino
que no depende en absoluto de los ojos del cuerpo. La mente es su única
fuente.” W-pI.30.5:1-2
Por lo tanto, toda situación donde la mente
percibe ataque, conflicto, es una oportunidad para elegir un Nuevo Maestro
(Espíritu Santo). Es así como el mundo real será mío en todo momento. Solo a
raíz de un cambio de percepción. El Verdadero Mundo no se experimenta en lo
físico, pero si podemos vivir en lo físico con una mentalidad mas en
congruencia con la del Ser cuando compartimos la mentalidad del Espíritu Santo.