Pregunta: “hola querido Nick, gracias por darnos la posibilidad de leerte cada dia …. es de gran apoyo. tengo una pregunta …. cuando estoy con alguien con quien tengo intimidad a nivel físico, y hay caricias, etc. siento placer, algo que me gusta sentir. En ese momento lo estoy entregando al espíritu santo pues capto que es un sentir del ego, verdad? Estoy en lo cierto, o es mejor otra cosa? Me siento con confusión. Te agradezco si puedes hablarme al respecto. Mil gracias. Abrazo eterno”
Comentario: No tienes que sentir culpa por experimentar placer, ni siquiera por querer desearlo, aun cuando sigue siendo parte del mecanismo del ego para hacerte creer que eres un cuerpo. Es como sentir culpa por comer o por respirar o por hacer cosas que dan testimonio de la creencia de que somos un cuerpo.
No obstante, según la mente va sanando se le va quitando el poder a todo eso y lo que ya no sea útil se dejará a un lado. En otras palabras se le quita todo sentido de especialísimo, pues no necesitas ese placer para sentirte plena.
Querer elegir la paz de Dios es un proceso que requiere de tu voluntad. Y si tu deseo es la paz de Dios, tu personaje será dirigido a elegir esa paz, mientras te encuentras en un proceso de discernimiento.
No tienes que hacerte bolas con esto. Simplemente no hagas nada especial o importante de lo que haces en este mundo. Solo lo observas como un acontecer mientras vas practicado recordando que tu realidad es mente y no cuerpo, unidad y no separación, amor y no miedo, y según tu deseo de recordar lo que eres aumenta, se te van presentando los recursos para apoyarte en el camino.
Así que tranquila. Utiliza esa experiencia para recordar que solo el amor es real. Y de la misma manera que disfrutas del próximo suspiro, que disfrutas de una comida, disfruta de tu experiencia inocentemente, solo que de nuevo, no hagas nada especial de ella. Pues si lo haces, el sistema de pensamientos del ego ya tiene por donde agarrarte, y eso generará tarde o temprano conflicto, lo cual te motivará a querer la paz de Dios.
Recuerda: “He dicho repetidamente que el Espíritu Santo no quiere privarte de tus relaciones especiales, sino transformarlas.” T-17.2:2
Y no utilices ahora este comentario para decir, “ok, voy a disfrutar del placer inocentemente…,” como una excusa para seguir buscando placer pues lo que te llevó a la búsqueda del placer, creas o no fue el dolor mismo. Por lo tanto lo que digo es, obsérvalo sin culparte, sin juzgarte, mientras haces tu trabajo de perdón y sigues eligiendo la paz. De ahí en adelante confía en tu proceso.
A final de cuentas, no estás haciendo nada malo ni incorrecto. De hecho, es imposible que hagas algo incorrecto porque no eres tú quien hace las cosas. Tu solo eres un efecto que refleja el sistema de pensamientos con el que te identificas en cada momento. Eso es todo. Hagas lo que hagas, digas lo que digas, eres inocente porque tu realidad es: "En Dios estás en tu hogar, soñando con el exilio, pero siendo perfectamente capaz de despertar a la realidad:" T-10.I.2:1
Pero si quieres erradicar el miedo y el sufrimiento de tu mente, eres tú quien elige el maestro que quieres que sea tu guía, ego o Espíritu Santo. Esa es tu responsabilidad.