Pregunta: “Nick he seguido analizando todo lo que estoy sintiendo y tengo más preguntas que respuestas, me gustaría que me ayudes con una.
Mi pareja en realidad es un buen hombre de hecho lo veo como un buen
amigo, es buen papá y sé que me ama y está conmigo. En estos X años de
matrimonio han sucedido eventos que han ido marcando la relación, hoy me estoy
sincerando de un tema que por mi pasado me era difícil poner en palabras.
En la faceta sexual no es la mejor relación que he tenido de hecho
la química no es fuerte desde un inicio, lo elegí a él por qué sus cualidades
como persona y como me trataba me fueron más importantes. Aunque esos mismos
motivos por los que lo elegí después el mismo los minimizó al introducir
desconfianza en al relación.
Hoy sigo en la misma disyuntiva, es buen amigo, es buen papá, es
dedicado a nosotros, pero como pareja me hace falta la sexualidad plena. Ahora
mi pregunta es si quizás el tema sexual es una expectativa que pongo en la
relación como lo puedo soltar o si mis argumentos mentales para quedarme en
ella es solo por esa parte de mí que necesita tener el marido a un lado para
cubrir esa necesidad.
Mi vida me gusta vivirla plena y en paz ahora siento que estoy en
una transición y despertando sensaciones que tenía dormidas. Quizás mañana al
soltar en mi meditación empiece a recibir respuestas, pero me interesa tu
opinión. Gracias por leerme. Más que respuestas como dijiste soltar y dejar ir
las preguntas."
Comentario: Si vivir tu vida
plena significa adherirte a los placeres del cuerpo y continuar identificándote
con el personaje no tienes acceso a la paz de la que estamos hablando. Si de lo
contrario tu deseo de querer la paz de Dios es importante para ti, lo que se
haga en el plano físico será utilizado por el Espíritu Santo para Su propósito.
Tu pregunta no tiene nada que ver con
desear la paz de Dios sino que mas bien cómo satisfacer una necesidad del
personaje. Yo no puedo asesorarte con tu relación. Mas todo lo que analices en
este plano te va a dejar sin respuesta alguna ya que como el curso muy bien
plantea, “Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino
suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar”.
T-27.IV.7:4
Por lo tanto si tu deseo es la Verdad, vas
a tener que continuar eligiendo el sistema de pensamientos del Espíritu Santo y
así utilizar cada una de tus experiencias para que Él pueda transformarlas. De
ahí en adelante tú serás guiada a qué decir y qué hacer en cada momento.
También observa cómo estás pidiendo
respuestas específicas a preguntas como si de verdad hubiese una respuesta que
pudiese satisfacer las inquietudes del sistema de pensamientos del ego. Es como
estar en un cuarto oscuro analizando la oscuridad para poder experimentar la
luz en vez de simplemente salir del cuarto.