Comentario: Primero que nada no te puedo dar sugerencias ni contestaciones relacionados a como yo "actuaría" en ninguna situación debido a que toda situación es única y relevante a esa situación. Cada persona proyecta en su guión la lección que cada cual tiene que aprender, y quizá mi lección podría ser diferente que la tuya, y por lo tanto de la manera que actuaría podría ser diferente a la tuya.
No obstante, sí, podría compartir que dependiendo de con que maestro me esté identificando en la mente, eso dará testimonio a la manera que o reaccionaria o respondería. Por lo tanto, primero es elegir al Espíritu Santo, y luego confiar en la forma que responda a cada situación.
Pero para los efectos, vamos a compartir un ejemplo hipotético para ver por lo menos como yo siento que actuaría en esa situación. Primero que nada tengo que reconocer que si el jefe es una persona conflictiva, su conflicto no tiene nada que ver conmigo, esa es simplemente la manera que el vive su vida. Una vez que tengo eso claro, el puede tener todo el conflicto que quiera, y yo simplemente puedo continuar con mi trabajo. Si acaso sentiría compasión por ese jefe que debe de estar viviendo un infierno en su mente mientras yo continuo con mi vida.
Esto me recuerda la vieja historia de un maestro y un estudiante que andaban por un bosque y de buenas a primeras los persigue un jaguar. Los dos empiezan a huir de él. Finalmente logran escapar, y le pregunta el estudiante al maestro, "Maestro, ¿se sintió usted molesto por la actitud del jaguar?" Y el maestro le contestó, "No. El es un jaguar haciendo lo que jaguares hacen. Yo simplemente hice lo posible por salirme de su camino y continuar con mi vida."
Volviendo al caso de tu jefe, si su comportamiento te molesta, entonces ese es tu oportunidad para sanar, pues lo que estas haciendo es proyectando en él tus juicios y tus miedos. O como dice el curso, "…los pecados secretos y odios ocultos…" T-31.VIII.9:2
Habiendo dicho eso, eso no significa que un jefe tiene el derecho de tratar a un empleado indignamente. Incluso, el empleado, sin miedo, sin culpa y sin odio puede decirle a su jefe que esa no es una manera de tratarlo, pues de lo contrario el jefe tampoco aprendería su lección. Pero una vez mas, no se cuales son los detalles de esa interacción.
Si por último un jefe trata a un empleado indignamente, el empleado, si siente que no tiene razón por la cual estar ahí, puede simplemente dejar ese trabajo y buscarse otro. En otras palabras, lo que estamos observando en todo momento es nuestra culpa interna proyectada. Eso no significa que tenemos que quedarnos en una situación conflictiva, simplemente que si decidimos quedarnos o irnos, que no sea por miedo ni por juicio. Sino que porque sentimos que es lo mas apropiado para nosotros.
Este mundo esta lleno de jaguares porque este es el mundo del ego. Y aunque todos los jaguares (que somos todos en realidad) tenemos la opción de elegir entre el ego o el Espíritu Santo, aquellas personas que están operando a través del miedo, no podrán comportarse de otra manera.
Los que en cambio han podido ser lo suficientemente conscientes para elegir al Espíritu Santo pueden ser entonces la luz que ilumina la mente de aquellos que se les ha olvidado que son santos y no jaguares. Aunque en realidad, esos "jaguares" están en nuestra mente y por lo tanto a fin de cuentas, simplemente nos están brindando la oportunidad para nosotros poder sanar. Por algo el curso nos recuerda: "El mundo que vemos refleja simplemente nuestro marco de referencia interno: las ideas predominantes, los deseos y las emociones que albergan nuestras mentes." Prefacio
Y cuando tu misma comentas, "…aunque trate de buscar mi paz interna trabajando con el, el me saca,…" Lo que sucede es que al no estar consciente de que este trabajo no se hace cuando los obstáculos salen a la superficie sino que de antemano, te la pasas constantemente cayendo en tu propia trampa.
Me explico, si yo no hago mi trabajo de elegir la paz de Dios como un habito en mi vida, y espero a que algo me saque de balance, recuerda que "la proyección da lugar a la percepción." T-21.In.1:1
En otras palabras, la culpa interna se proyecta ante un jefe para que tu lo puedas percibir como un atacador y de esa manera puedas tu justificar tu propia culpa, tu propio miedo. Si de lo contrario practicas diariamente elegir la paz de Dios y hacer el trabajo de manera que el Espíritu Santo te enseñe a percibir el mundo de otra manera, puedes ahora ir al trabajo preparada mentalmente.
Ya tu sabes que ese jefe se comporta de esa manera. No obstante, todavía te encuentras cayendo en tu propia trampa. Pero tu práctica diaria de comulgar con el Espíritu Santo a través de esos espacios de silencio, de meditación, de contemplación para que tu relación con Dios en ti crezca, empiezas entonces a percibir a todo el mundo a través de la inocencia de Dios. Y ya no es solo tu jefe, sino que toda persona, todo acto de agresión o falta de respeto se percibe de la misma manera, y dejan de tener efecto sobre ti.
Pero si culpas, o juzgas, o justificas cualquier situación que creas te esta afectando a ti, no tienes acceso a la lección que tienes en frente y se te olvida que, "El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. " T-27.VIII.10:1