Hoy Le Doy Gracias… por Nick Arandes

Cuando cierro los ojos y descanso en el silencio, recuerdo mi inocencia y por ende la de todos. Por lo tanto, si me siento atacado o con deseos de atacar, solo tengo que retornar la mente a ese espacio de manera que pueda recordar que ese ataque que siento o que extiendo, no existe solo que en mi imaginación.

Por lo tanto tengo el poder de elegir de nuevo la paz en ese espacio, para recordar mi inocencia. Como resultado extiendo esa inocencia a todo, ya que estoy viendo al "mundo" a través de mi inocencia, y el ataque subsiste en mi mente, que es donde único estaba teniendo lugar.

Eso no significa que si otra persona en el mundo de las formas me ataca, o se siente atacada por mi, ya sea porque dije algo o hice algo que le molestó, que su comportamiento valla a cambiar, sino que al yo reconocer que lo que siento es mi interpretación tengo el poder de elegir otra manera de ver el comportamiento de mi hermano al invitar un Nuevo Maestro (Espíritu Santo) y por lo tanto experimentar esa paz que nada ni nadie en el mundo puede tocar.

Para que esta practica pueda de verdad funcionar, hay que de corazón estar dispuesto a mirar todas las oscuridades que surgen sin culpar ni justificar nuestra posición. Desde ese espacio toda experiencia se convierte en una gran oportunidad para sanar y perdonar.

Todo hermano cuyo "ataque" aparenta ser doloroso para nosotros, es nada mas que otra oportunidad para mirar en nuestro interior y sanar algo que nos libera, por lo tanto, ese "ataque" percibido, fue la llave de nuestra libertad, porque fue nada mas que otro obstáculo que se trajo a la superficie para ser sanado.

Hoy le doy gracias a todo aquel que de alguna manera me halla hecho sentir dolor o incomodidad, pues solo estaba ejecutando su papel de ayudarme a mi a liberarme de mi ira, de mi rencor, de mi dolor, de mi sentido de víctima, de mi injusticia hacia mi mismo, de todo lo que creía me molestaba de ellos, que era como trataba de despojarme de mi culpa al proyectarla en otros.