Tu No Eres La Cuerda por Nick Arandes

Imagínate ser una cuerda de la que todo tipo de cosas están colgando. Todas esas cosas que cuelgan son nuestros problemas, nuestras penas, nuestros placeres, nuestros pensamientos, nuestras creencias, casi todo lo que de alguna manera fortalece para nosotros nuestro sentido de identidad como una cuerda.

Algunas cuerdas son blancas, algunas negras, algunas son hombres, algunas son mujeres, algunas se deprimen, algunas son "felices", algunas son ricas, algunas son pobres, algunas están enfermas, algunas están "saludables", o una combinación de algunas o todas estas experiencias, según el tipo de cosas que aparenten estar colgadas de cada cuerda.

Una cuerda pobre, por ejemplo, espera poder intercambiar todas sus cosas colgantes (pensamientos de carencia) a cambio de otras cosas colgantes (pensamientos de "abundancia") con el fin de sentirse como una cuerda rica.

Una cuerda deprimida espera intercambiar todas sus cosas colgantes (pensamientos de depresión) por otras cosas colgantes (pensamientos felices) con el fin de ser "feliz", o al menos no sentirse como una cuerda deprimida.

Cuando estas cuerdas no pueden encontrar la manera de poder llegar a ser un tipo de cuerda diferente, buscan ayuda. ¿Dónde? En otras cuerdas que creen que pueden ayudar. Cada una de estas cuerdas pueden tomar la forma de maestros espirituales, expertos, psicólogos, terapeutas de todo tipo de modalidades, amigos o cualquier persona a quien puedan acudir para recibir consejo.

No hay nada malo con eso, solo que una cuerda que piensa que es una cuerda, y que ve a otros como cuerdas, porque eso es lo que él / ella cree que él / ella es, no puede realmente ayudar a otros a liberarse de cualquiera de sus cosa colgantes.

Puede ayudar a que esa cuerda experimente un alivio temporal mediante el intercambio de una cosa colgante (creencia "negativa") por otra cosa colgante (creencia "positiva"), al igual que una aspirina puede aliviar un dolor de cabeza, hasta que un nuevo dolor de cabeza resurja ya que la causa que dio lugar al dolor de cabeza no ha sido erradicada.

Podemos tratar de cambiar las cosas que cuelgan de nuestra cuerda, podemos tratar de "arreglarlas", pero no podemos dejarlas a un lado, pues haciendo eso, estaríamos dejando a un lado nuestra identidad. No nuestra verdadera identidad, sino que la que creemos ser, la de una cuerda.

Y el problema es que mientras nos identifiquemos con ser una cuerda, no hay manera que podamos nosotros deshacernos de las cosas que cuelgan de nuestra cuerda porque una vez más, sin esas cosas colgantes, quien seríamos nosotros?

Sin embargo, hay una solución permanente a través la cual todas nuestras cosas colgantes (problemas) inmediatamente desaparecerían. Y esa seria, soltando la cuerda, porque al hacerlo, todas las cosas que cuelgan (todos nuestros problemas, ya sean mentales, físicos y/o emocionales), se caerían.

Se tienen que caer! Si no hay nada de donde colgarlos, se tendrían que caer. Tiene sentido, ¿no te parece?

Pero aún así, incluso cuando hace tanto sentido, por qué es tan difícil soltar la cuerda?

Porque se nos ha olvidado que lo que somos no es una cuerda individual sino que la Mente en la que todas las cuerdas aparentan estar. Y soltar la cuerda significa dejar ir mi ser individual (ego), lo cual para una cuerda dejar de existir significa morir.

Por lo tanto, de una manera muy masoquista, prefiero retener mi identidad individual como cuerda, con todos sus dolores y sufrimientos, los cuales temporalmente son reemplazados por placeres pasajeros, en vez de dejar ir esa identidad e intercambiarla por la paz permanente, la felicidad y la alegría ya que de nuevo, tengo miedo a morir (a dejar a un lado el ego, a soltar mi identidad como una cuerda).

Así que si creo que soy un cuerpo, por ejemplo, tengo que creer que soy una cuerda. Si yo siento que tengo algún tipo de problema, y como sólo las cuerdas se perciben a si mismas como experimentando un problema, tengo que pensar que soy una cuerda.

Por lo tanto para poder dejar a un lado todas esas cosas colgantes (problemas, pensamientos de depresión, miedo, juicio, etc), sólo hay una cosa que hacer, como había mencionado antes, soltar la cuerda!

¿Y cómo se hace eso? Podemos empezar por practicar a diario, a través del silencio, de la meditación, a través de la introspección, o cualquier vehículo que puede ser adecuado, a identificarnos con la Mente correcta (la paz de Dios), que es lo que realmente somos.

Sólo entonces nos encontraremos observando cómo las cosas colgantes (juicios, creencias, opiniones, ideas) comienzan a caer de forma natural, por sí mismas, sin nuestra intervención, hasta que llegue el momento en que estamos tan emocionados por haber descubierto lo que realmente somos, que estaremos encantados de dejar ir la cuerda, de soltarla, porque nos hemos dado cuenta de que la cuerda no es nada comparado con nuestra verdadera identidad, que es la experiencia gozosa de la paz permanente, del amor puro. de la verdadera alegría, porque eso es lo que realmente somos.

En otras palabras, simplemente descansa en la paz de Dios, pues no hay nada más que hacer. En este mismo momento, toma una respiración profunda, y aunque fuera sólo por este momento, acabas de tener la experiencia de lo que es no tener cosas colgantes (problemas). Y por este momento, has experimentado una sanción!

Haz esto más a menudo, y la misma será tu experiencia constante, o puedes continuar identificándote con la cuerda, y si ese es el caso, buena suerte tratando de encontrar una "solución" a cualquiera de tus "problemas".

Recuerda, la oscuridad no puede llevar la oscuridad a la luz. Sin embargo, sólo la conciencia de la luz, elimina toda oscuridad.