Los Primeros Cinco Principios de Los Milagros por Nick Arandes

Los cincuenta principios de los milagros son exactamente el mismo principio, solo que expresado de diferentes maneras. Aquí comparto los primeros cinco para que se pueda observar que el milagro es simplemente la corrección de percepción del miedo al amor. Y el amor es lo que somos, el miedo es todo obstáculo que se interpone a ese reconocimiento.

1. “No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más "difícil" o más "grande" que otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son máximas.“ T-1.I.1:1-4
No hay grados de dificultad en los milagros pues al no haber mundo, no hay diferencias, y los milagros no aplican a las diferencias que se perciben sino que al reconocer que solo el amor es real, aunque las “formas” aparentes ser “diferentes” es todo lo mismo. El amor sigue siendo lo único que es real y por lo tanto, aunque sea por un breve instante, el reconocer ese amor sin que nada tenga que cambiar en el “mundo” es máximo.

2. “Los milagros -de por sí- no importan. Lo único que importa es su Origen, El Cual está más allá de toda posible evaluación.“ T-1.I.2:1-2
En el mundo de las formas no hay nada que hacer, sino que recordar que lo que somos es amor. Por lo tanto no se puede evaluar un milagro basado en lo que suceda en el “mundo” sino que en si estoy identificado con el amor.

3. “Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro.“ T-1.I.3:1-3
Cuando hay miedo es debido a que creemos sentirnos separados de Dios, creemos ser parte de un mundo, nos identificamos con la experiencia de ser un cuerpo y por lo tanto no tenemos acceso al milagro. No obstante, cuando no permito dejarme distraer por las ilusiones y descanso la mente en la paz de Dios, todo lo que hago, digo es inspirado por el amor y por lo tanto todo lo que procede de ese estado mental es un milagro. Nada tiene que suceder en el “mundo” pues la mente identificada con el amor es en si una mente milagrosa.

4. “Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la vida. Su Voz te guiará muy concretamente. Se te dirá todo lo que necesites saber.“ T-1.4:1-3
Cuando uno está identificado con la paz de Dios, no importa lo que uno haga en el mundo, siempre será lo más amoroso, lo más bondadoso, y es así como se nos está guiando concretamente, aun cuando no escuchemos una “voz” diciéndonos que hacer.

El mero hecho de estar descansando en la paz y en el amor es suficiente ya que lo que procede de ese estado mental, acción, comunicación, es simplemente un efecto. Por lo tanto el objetivo no es tener expectativas de lo que se “debe” hacer o decir sino que mas bien observar si estoy en paz o en conflicto. Si estoy en paz, estoy más identificado con el amor, y confió en que lo que diga o haga es parte de esa mente milagrosa. Tampoco me dejaré distraer por el mundo de las ilusiones que para los efectos representa lo opuesto a la vida.

5. “Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No deben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.” T-1.I.5:1-3
Cuando uno pone la atención en el “mundo” y quiere cambiar algo está tratando de controlar un efecto y eso por defecto te saca de la mente milagrosa. El objetivo del milagro no es “cambiar” nada en el “mundo” ya que "¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar." W-pI.132.6. El objetivo de la mente milagrosa es vivir desde un estado de completa paz donde las ilusiones no nos distraen de lo que realmente somos, amor.

Si por ejemplo yo veo una persona que está “enferma” y por lo tanto para mi el milagro es creer que si invoco al Espíritu Santo puedo sanar esa persona, o si tengo un problema de pareja, o de dinero, o de trabajo, o de gobierno, etc., y quiero que un “milagro” cambie esa experiencia a otra, a eso es a lo que se refiere con “falso asesoramiento” porque estoy pidiendo que las ilusiones sean reales.

Lo que necesito es pedir ayuda para que el Espíritu Santo me apoye en percibir esa circunstancia de otra manera, para así no dejarme engañar por las ilusiones y creer que este mundo es real; que la separación de Dios ocurrió, y que yo soy un ser separado de todo.

Al no permitir dejarme distraer por las ilusiones (miedo) la mente está anclada en la paz, en el amor y no estoy tratando de controlar nada conscientemente. Simplemente a raíz de ese estado mental tengo acceso al milagro, que es la corrección de percepción, que es otra manera de decir que donde antes había miedo, ahora hay solo amor, mi estado natural.

Por algo el curso nos recuerda; “ Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.“ T-In.1:6-7 Por lo tanto desde mi mente milagrosa se percibe solo amor, y lo que aparentaría ser un cambio en mi experiencia sucede como un efecto de esa mentalidad, no como algo que yo estoy tratando de controlar.

Jesús no “hacia” milagros, él simplemente representaba la expresión máxima del amor en cada momento ya que vivía en ese espacio, y los que se identificaban con su amor experimentaban lo que para muchos se le percibía como un “milagro”, pero en realidad lo que estaban experimentando eran los efectos del amor puro libre de miedo. Pues cuando no hay miedo lo que hay es el milagro (amor).

Por lo tanto el objetivo del curso no es el de ir por el “mundo” cambiando nada ni manifestando milagros, el objetivo del curso es recordar que el amor es lo único que es real, que la separación de Dios nunca ocurrió, y por ende el deseo de vivir desde el amor sin dejarnos distraer por las ilusiones es elegir ser el milagro.