Ejercicio Para Sanar por Nick Arandes

En una meditación me llegó una imagen de una persona con la cual he sentido alguno conflicto interno y observé lo que sentía. En ese momento algo sucedió. La siguiente oración salió de mi, y fue como que si un cambio inmediato tuvo lugar a través el cual el sentimiento de malestar (culpa interna proyectada) que sentí hacia esa persona desapareció mientras que sentí una paz y un amor que no podría describir. Y esto no es algo que yo no sabia pues he hablado de esto en muchas ocaciones, sin embargo fue como que algo se integró. El ejercicio fue el siguiente:

Según veo la imagen de esa persona, estas palabra surgieron, “me perdono a mi por haberme juzgado a través de ti.”

Todos sabemos que no hay necesidad de, ni perdonarme ni de perdonar a nadie, aunque esa es la palabra que se utiliza para simplemente darle un nombre al proceso de sanar la culpa inconsciente.

Pero a lo que voy es, cada vez que reconozco que es a MI al que me perdono, se me es mas fácil estar abierto a reconocer la inocencia en mi hermano, pues una vez mas, es MI mente la que se está sanando.

Por lo tanto, la pregunta que aunque se puede hacer de muchas maneras sigue siendo la misma no importa la forma que tome es, ¿Me quiero sanar o me quiero culpar? ¿Me quiero atacar o me quiero perdonar? ¿Me quiero liberar o me quiero aprisionar? ¿Me quiero salvar o me quiero asesinar? La contestación, aunque aparente ser obvia, mientras yo siga juzgando algún hermano lo que quiero para MI es la muerte.

Porque a final de cuentas, “El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño." T-27.VIII.10:1-6

Y el deseo de sanacion es un deseo de unirte a tu hermano, no separarte o deshacerte de él. Es por eso que el proceso puede aparentar ser tan difícil, pues la mente llena de miedo, de resentimiento, de ira, de rabia, de sufrimiento, de culpa, de victimismo, etc., etc., etc. argumentaría “¿como es posible que me puede unir a ese criminal que mato a mi hijo, o a ese ladrón que fue mi socio y tanto confíe en él que me robo el dinero de mi empresa, o a esa pareja que le di todo, mi vida, tiempo, mi confianza y me engaño con otro y me dejó, o ese conductor borracho que fue el que me dejó en el hospital y ahora no puedo caminar, o ese gobierno que le quito todo a mi familia y ahora estamos en la calle…?” y así sucesivamente.

Pues compara esos ejemplos con quizás un amigo que solamente hablo mal de ti, o una mama que simplemente no te dejaba jugar con alguna persona, o un vecino que se quejó porque tu música estaba muy alta, o simplemente que tu hijo no  hizo su tarea, o no lavó el coche como te prometio, y te darás cuenta que la “energía” que se siente con los ejemplos mas tiránicos a estos mas “dóciles” que acabo de compartir ES LA MISMA!

Porque no importa la magnitud o cuan diminuto sea el “pecado” sigue siendo una proyección mental que el sistema de pensamientos del ego utiliza para hacernos creer que estamos separados los unos a los otros, que vivimos en un mundo de separación, que las cosas me suceden a mi. Sin darme cuenta de que, "Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8 Otra manera de decirlo seria, "Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas." T-12.VII.7:6

Y todas esas experiencias, proyecciones, llámelo como quieres, simplemente corrobora el sistema de pensamientos del ego que dice que la separación de Dios ocurrió y que el mundo que veo es real tal como yo me percibo como real. Y eso es lo que el Espíritu Santo corrige, la creencia en la separación, no sucesos específicos de la proyección.

Por eso es que “No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más "difícil" o más "grande" que otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son máximas.,” T-1.I.1:1-4 Porque el milagro es el mismo, recordar Quien Soy! Es un cambio de mentalidad!

Así que una vez más, cuando la imagen de alguien llega a la mente y me siento herido o victimizado, primero que nada permito sentir lo que esté sintiendo sin juzgar ni justificar el sentimiento. Que es en esa dirección que apuntan las siguientes palabras del Curso: “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto.  No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9

Me doy un espacio para sentir un momento de, digamos apertura en mi corazón y compasión hacia MI mismo y repito: “me perdono a mi por haberme juzgado a través de ti.

Porque recordemos que: “…crees que la razón por la que tienes algo contra tu hermano es por lo que él te hizo a ti. Mas por lo que realmente lo culpas es por lo que tú le hiciste a él. No le guardas rencor por su pasado sino por el tuyo. Y no tienes fe en él debido a lo que tú fuiste. Tú eres, sin embargo, tan inocente de ello como lo es él.“ T-17.VII.8:1-5

De esa manera, según la compasión crece en mi, hacia mi, la puedo entonces percibir y compartirla con mi hermano que es igual a mi, y así puedo recordar que nadie hace nada por maldad sino que por miedo. Que es el mismo miedo que TODOS compartimos al creernos separados de Dios.

Según el miedo ahora se erradica de MI mente, no puedo sino que percibir el amor en MI y por consiguiente en cada uno de mis hermanos, independientemente de su comportamiento, pues ya eso no me distrae de lo único que es verdad, el amor de Dios en mi.

Esto me ayuda a traer la atención a la causa (interna) y dejar de prestar atención al efecto (proyección “externa”).

Un punto final a esta nota. Esta oración no es una varita mágica para erradicar la culpa inconsciente. En otras palabras, las palabras contenidas en la oración son completamente huecas y como todo en el mundo carecen de significado. Por lo tanto el decirlas no sirve de nada.

Ahora, si mi intención HONESTA es la de querer sanar MI mente, lo que le da fuerza a esas palabras, o cualquiera que sean las palabrea que empleemos será la intención detrás de ellas. Y con la intención verdadera, no hay ni siguiera necesidad de palabras.

Por algo se nos recuerda: "Deseo la paz de Dios: Decir estas palabras no es nada. Pero decirlas de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón, aunque sólo fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o momento." W-pI.185.1:1-3

Para mi esa oración me llegó, y lo que sentí en ese momento fue tan bonito que solo la comparto. Si te apoya o te sirve bien, y si no, pues según tu mente se va abriendo a una sanacion verdadera, te llegarán a ti las palabras, o lo que sea que te apoye en tu proceso.