Pregunta: “hola
 nick! te escribo porque tengo una duda sobre el Un Curso de Milagros y 
tus comentarios siempre suelen aclarármelas. Empece en agosto una 
relación especial con un chico, todo iba bastante bien, pero yo le deje 
unos meses después porque me sentía rechazada por su falta de apetito 
sexual hacia mi. Ya estudiaba el curso entonces, pero mi ego me pudo y 
preferí huir de la relación en lugar de esperar a que el Espíritu Santo 
cambiara el objetivo de la misma y la convirtiera en una fuente de 
salvación.
Continuamos la relación como amigos, 
exactamente igual que antes, al principio, después volvimos a intimar, y
 estar como si fuésemos pareja pero sin serlo. El, no quiere volver a 
estar en pareja "oficialmente" porque piensa q así se volverá a 
estropear. El caso es que mi ego se ha vuelto a aferrar a la ilusión de 
ser especial y ahora sufro porque todo va bien, pero el no quiere estar 
conmigo. 
Así que he roto contacto con el "para no sufrir 
mas". Soy consciente de la dualidad y la ilusión de todo esto, pero 
igual caigo en la trampa del ego jeje!!, leyendo el capitulo 17, veo que
 el curso dice que precisamente lo que he hecho, cortar con la relación,
 es la salida que tomaría el ego " Ahora el ego te aconseja: substituye 
esa relación por otra en la que puedas volver a perseguir tu viejo 
objetivo. La única manera de liberarte de tu angustia, es deshaciéndote 
de tu hermano..." y el Espíritu Santo te dice "acepta gustosamente lo 
que no entiendes y deja que se te explique a medida que percibes como 
opera en ella este nuevo propósito para hacerla santa..." lo cual no 
quiere decir que vayan a salir las cosas como uno quiere si no como 
tengan que ser.
Pero entonces ¿que se supone que hay que 
hacer'??? ¿dejarlo como esta y ver que pasa?? ¿retomar contacto por no 
huir e igualmente ver que pasa?? También dice que si le entregas la 
relación El la hará santa, pero siempre comentas, que no se entregan las
 ilusiones, sino la percepción para que sea corregida...eso tampoco lo 
entiendo
Por otro lado, si al final vuelvo a contactar con
 el... ¿debería explicarle algo de mi "extraño comportamiento" de por 
que ese ir y venir?? porque yo le he explicado ya alguna vez por encima 
que estoy "haciendo un curso para vivir en paz desde el desapego" (por 
ponérselo de forma light jeje) y, que mi sufrimiento es causa de mi 
miedo y mi interpretación de las cosas y de mi deseo de ser especial... y
 aun que el forma parte de este sueño y en realidad no sea mas que un 
reflejo de mi misma, de la unidad que somos..., en este sueño... le debo
 de estar volviendo loco!!!! En fin me encantaría que me dieras tu 
opinión, si es posible. muchas gracias . un abrazo”
Comentario:
 El ego interpreta lo que el curso dice para aplicarlo a la forma cuando
 el Espíritu Santo lo aplica a la mente. Cuando el Espíritu Santo dice 
por ejemplo, utilizando el extracto que compartiste del curso, “Ahora
 el ego te aconseja: substituye esa relación por otra en la que puedas 
volver a perseguir tu viejo objetivo. La única manera de liberarte de tu
 angustia, es deshaciéndote de tu hermano..." T-17.V.7:1-2
Y de hecho, la oración que sigue de ese mismo extracto te dice; "No
 tienes que separarte de él del todo si no quieres hacerlo. Pero tienes 
que excluir de él gran parte de tus fantasías para poder conservar tu 
cordura". T-17.V.7:1-3-4
Lo que habla es de que si tu buscas 
una relación para que te haga feliz, lo cual podría ser una nueva casa, 
un coche nuevo, en otras palabras aunque aquí estamos hablando 
específicamente del tema de las relaciones de pareja, en realidad aplica
 a todo, si dejas esa relación porque supuestamente según tu no funciona
 ya que el no te satisfacía huirás buscando otra que te “satisfaga.” 
Pero el problema no esta en la relación sino que mas bien en la creencia
 de que como crees ser algo separado de Dios, carente de Su amor 
necesitas algo en este mundo para llenar ese vacío, para que te 
satisfaga. 
El objetivo de la relación de pareja no es que al 
hacerse santa él te va a satisfacer, ya sea sexualmente o 
económicamente, o amorosamente. Es mas bien que los miedos y obstáculos 
que salen a la superficie, que de alguna manera hacían que te sintieses 
separada de tu hermano, se erradiquen. Por lo tanto el tener una 
relación de pareja o no, no es el problema, sino que cual es el 
propósito que le estás adjudicando a esa relación. 
Pues eso es 
lo que va a decidir si esa relación se la quieres entregar al Espíritu 
Santo para convertirse en una relación santa o si quieres continuar 
utilizándola para perpetuar en la mente tu carencia de amor de manera 
que puedas tu continuar sintiéndote separada de Dios (de Ti Misma).
No
 es cuestión de que si él te satisface o tu lo satisfaces a él, pues esa
 es la base de una relación especial. Una vez que tu estás en una 
relación con Dios, paradójicamente no necesitas pareja, por lo menos en 
la forma que se nos ha enseñado a ver una relación de pareja. 
En
 otras palabras, comes cuando tienes hambre, cuando te sientes vacía. 
Pero si estuvieses llena ¿comerías? Pues si estuvieses llena de amor, 
¿te encontrarías  por el mundo buscando alguien que te lo supla? Si 
acaso tu estarías compartiendo ese amor con todos. ¿Que mas podrías 
hacer sino que compartir lo que tienes? 
Y eso es lo que Dios 
hace, dar amor, compartir amor, sin miedo a que se le acabe pues El es 
la Fuente de Amor, Dios es amor. Y tu que eres una con Dios, ERES amor. 
Pero como te crees ser algo separado de Dios, ese amor que, aunque ya lo
 eres, crees te hace falta, lo buscas en el mundo
Vamos a ver 
otra parte de tu pregunta para que veas como todo esto encaja. Primero 
dices que el no te satisfacía sexualmente o no estaba interesado en ti 
sexualmente, lo que sea pues en realidad es irrelevante. 
Luego 
se dejan. Luego vuelves con él o quieres volver con él, y ahora dices 
que sufres porque el no quiere estar contigo. ¿Por qué sufres? ¿Porque 
crees que el no quiere estar contigo? No! Sufres porque has hecho un 
Dios de él, haz hecho él tu fuente, y aunque por un lado no te satisface
 o no esté él interesado sexualmente en ti, que ya dijimos es 
irrelevante, esa es la excusa que el ego utiliza para justificar tu 
sentir. Por otro lado, tu carencia de amor hacia ti misma hace que lo 
busques a el, que de nuevo, el extracto del curso te dice; “… por otra 
en la que puedas volver a perseguir tu viejo objetivo.” Y de nuevo, 
¿cual es tu viejo objetivo? Encontrar en el mundo lo que crees te hace 
falta. Y aquí no lo vas a encontrar.
Y no intentes negociar con 
el Espíritu Santo para que te de una pareja ya que el Espíritu Santo no 
está interesado en hacer real lo que no es real, mas tampoco intentes 
negociar con el ego creyendo que si tu pareja cambia, o si le explicas 
tu camino espiritual él te va a entender. El trabajo es para tú recordar
 lo que eres de manera que no necesites nada en el mundo. Y las 
relaciones especiales te muestran tus carencias, tus necedades, tus 
miedos, pues así es como toda relación comienza. No obstante, al 
entregar tu relación al Espíritu Santo se utilizan para perdonar, para 
sanar la mente de manera que dejes de necesitarlas. Y lo que habrá es 
amor, intimidad, sin miedo de perdida.
Y cuando se habla de 
“entregar” tu relación al Espíritu Santo, ya que las palabras confunden,
 es mas bien dejar de interpretar tus pensamientos de miedo para que el 
Espíritu Santo los sane, los corrija. Así que “entregar” mi relación al 
Espíritu Santo es mas bien decir, entregar mis pensamientos de miedo. ¿Y
 como se hace eso? Utilizando tu relación como ejemplo, cuando un 
pensamiento de miedo surge, digamos, “tengo miedo de perderlo”, observa 
lo que sientes. Pues el sentir surge, no a raíz de las palabras “tengo 
miedo de perderlo”, sino que a raíz de lo que esas palabras significan 
para ti.
En otras palabras, para ti, miedo a perderlo podría 
simbolizar la creencia de que si lo pierdes vas a morir, o reforzar la 
creencia de que no eres lo suficientemente buena para que alguien quiera
 estar contigo, o no eres merecedora de amor, etc. Y eso viene del miedo
 inconsciente de creer que soy un cuerpo, separado de Dios, que es 
carente del amor de Dios. 
Por lo tanto, cuando cualquier miedo 
salga a la superficie, la entrega es una manera de decir, “No se porque 
siento lo que siento. Solo deseo la paz de Dios.” Tan simple como eso. Y
 si esas palabras se dicen de corazón, con la intención de regresar al 
Padre, no con la intención de tener la esperanza de que mi pareja se 
quede conmigo o de que cambie algo en mi mundo para yo poder ser feliz, 
que esa seria la intención que el ego le adjudicaría a esas palabras, la
 mente ya no tiene a que aferrarse y experimentas paz. 
Por eso 
es que este trabajo parece ser tan difícil para muchos, porque utilizan 
todas esas palabras para ver si el Espíritu Santo les apoya en seguir 
aferrándose al mundo.
Pero como la resistencia al Amor de Dios, a
 despertar de este sueño esta tan arraigada, se puede decir que ese 
trabajo de elegir de nuevo, esa entrega hay que hacerla muchas veces, 
que por algo la Biblia nos recuerda: “Perdona setenta veces siete.” 
[Mateo 18:22]
Recordemos que no es que se necesite hacerlo mucho 
para regresar a Dios, pues la realidad es que el perdón es instantáneo. 
Pero la resistencia a sanar es lo que hace que tome tiempo. 
Así 
que observa el miedo que sientes al él no querer estar contigo, y eso es
 lo que vas a utilizar para que el Espíritu Santo te ayude a sanar. Pero
 si estás utilizando este trabajo para que él regrese contigo, vas en 
dirección contraria a la meta del curso, y por algo se nos recuerda: “…déjame repetirte que para alcanzar una meta tienes que proceder en dirección a ella, no en dirección contraria. Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar.
 Si esto fuese difícil de entender, entonces sería imposible aprender 
este curso. Mas sólo en ese caso. Pues, de lo contrario, este curso es 
la simple enseñanza de lo obvio." T-31.IV.7:3-7
Por 
consiguiente si lo que quieres es buscar la manera de utilizar el curso,
 no para que tu mente se sane sino que para ver como puedes tu quedarte 
con él, vas en dirección contraria. Y eso es lo que el ego quiere, que 
creas que en esa relación vas a encontrar algo, y la típica 
malinterpretacion del curso es creer que una relación santa es una 
relación en la que todo va a ir “bien.”
Esto me recuerda en la sección del Manual para el Maestro: “El
 tercer nivel de enseñanza se da en relaciones que, una vez formadas, 
son de por vida. En estas situaciones de enseñanza-aprendizaje se le 
provee a cada persona de un compañero de aprendizaje determinado que le 
ofrece oportunidades ilimitadas de aprender: Por lo general no hay 
muchas relaciones de este tipo, ya que su existencia implica que las 
personas en cuestión han alcanzado simultáneamente un nivel en el que el
 equilibrio entre aprendizaje y enseñanza es perfecto. Esto no significa
 que necesariamente se den cuenta de ello; de hecho, en la mayor parte 
de las ocasiones no se dan cuenta. Puede que incluso haya bastante 
hostilidad entre ellos por algún tiempo, o tal vez de por vida. Mas si 
así lo deciden, tienen ante sí la lección perfecta y pueden aprenderla. Y
 si deciden aprenderla, se convierten en los salvadores de los maestros 
que flaquean y que incluso parecen fracasar. Es imposible que un maestro
 de Dios no encuentre la Ayuda que necesita.” M-3.5:1-8
El 
punto es, para que no te asustes, que toda relación nos brinda la 
oportunidad perfecta para sanar, y toda la ayuda que se necesita se nos 
proveerá. Pero recuerda que no es sanar la relación entre dos seres 
humanos para que sean felices para siempre, es sanar la mente de la 
creencia de que está separada de Su Fuente, y que por consiguiente 
necesita eso otro ser humano para sentirse amado. Paradójicamente, 
cuando la mente se sana, y se deja el especialísimo a un lado, terminan 
siendo felices para siempre, y esta ves es para el resto de la 
eternidad. 
Disculpa si esto le quita todo el romanticismo y las 
fantasías de las relaciones, pero sin embargo si se aplica, lo que 
sucede es que la relación se ancla en un verdadero amor, libre de miedo,
 otorgando complete libertad, una relación unida para servir a Dios. 
Por
 lo tanto, ahora que te encuentras experimentando todo ese miedo, ¿que 
es lo que realmente deseas, la paz de Dios, o regresar con tu pareja? Ya
 esa sería tu decisión. 
Y si se supone que esa  persona este en 
tu vida de nuevo, así será. Y si se supone que no, pues no. Solo 
recuerda, nuestro único propósito para todas y cada una de nuestras 
relaciones, es perdonar.
