¿La Tentación es Normal?

Pregunta: “Nick, hermano, quiero hacerte una pregunta ¿La tentación es normal? O sea tener pensamientos no amorosos pero que no producen incomodidad, o sea tengo pensamientos sin significado recurrentes pero ya no les doy valor es decir ya no me producen ansiedad etc... ¿Es normal esto?”

Comentario: Los pensamientos que surgen en la mente son solo eso. Siempre y cuando no los interpretes ni les des significado, y por consiguiente no tengan ningún efecto sobre ti, no pasa nada. Recuerda que tu estás siendo pensado por la mente que te concibió, "Tus pensamientos están en tu mente, tal como tú estás en la Mente que te concibió," T-30.III.6:7

Si intentas “controlar” tus pensamientos solo les estas otorgando realidad. Si de lo contrario practicas mas y mas estar en un estado de presencia, pensamientos entraran y pensamientos saldrán, solo que al no identificarte con ellos recordarás que tu no eres tus pensamientos.

Por lo tanto, no es cuestión de "controlar" los pensamientos, ni siquiera de elegir lo que vas a pensar, sino que mas bien, no darles ningún poder y serán simplemente nubes pasajeras. A final de cuentas, todo es un pensamiento.

Debido a que las palabras pueden ser un poco confusas, me gustaría aclarar lo siguiente. Lo que mas bien no quieres es alimentar los pensamientos, y eso es parte del entrenamiento mental del curso, que por algo se nos recuerda, “Eres demasiado tolerante con las divagaciones de tu mente,…” T-2.VI.4:6

Por consiguiente, un pensamiento puede entrar y salir, y lo que nos afecta no es el pensamientos sino que la interpretación que le otorgamos, y de eso tenemos que estar muy conscientes de, para que así se vaya deshaciendo la culpa inconsciente.

Otra cosita con relación a la tentación. Un pensamiento, como ya compartí es solo eso. Pero la tentación es cuando ya el pensamiento tiene una carga, que ese es el significado inconsciente que se le proyecta, y por consiguiente esa es una oportunidad para poner en practica el perdón.

Pues no es que la tentación sea o no sea normal, sino que esta experiencia física es la tentación en si, la tentación por la culpa, y como todavía me quiero seguir sintiendo separado de Dios, me voy a adherir a ésta experiencia física con todas sus aparentes diferentes tentaciones, que en realidad son derivados de la misma tentación, el deseo de sentirme separado (especial).

Por eso es que el curso hace hincapié de que solo hay un problema (la creencia en la separación) y por consiguiente una sola solución (recordar lo que Soy). A eso se debe que el Curso nos recuerda: "Es fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque (el verdadero perdón). Los aspectos que necesitan solución no cambian, sea cual sea la forma que el problema parezca adoptar. Un problema puede manifestarse de muchas maneras, y lo hará mientras el problema persista (el problema es la creencia en la separación). De nada sirve intentar resolverlo de una manera especial (en otras palabras de nada sirve resolverlo aquí en el “mundo” pues no hay mundo). Se presentará una y otra vez hasta que haya sido resuelto definitivamente y ya no vuelva a surgir en ninguna forma. Sólo entonces te habrás liberado de él (al despertar de habrás liberado de él único problema que ya dijimos es la creencia en la separación).” T-26.II.1:1-8

Repito, el problema aunque aparente ser muchos, es la creencia en este mundo, de que ésta es mi realidad, de que estoy separado de Dios. No obstante, cuando despiertas te habrás liberado de todos tus problemas. Así que utilizamos ahora todas nuestras experiencias (tentaciones) para dejar de proteger nuestro sistema de pensamientos y hacer lo mejor que podamos para que el Espíritu Santo corrija el único error. Pues aunque para nosotros aparente ser imposible debido a nuestra poca fe, el Espíritu Santo compartirá Su fe, la cual es perfecta, y así se fortalece la nuestra en Él.

Por algo se nos recuerda: “El Espíritu Santo sólo te pide este pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación especial que todavía te atraiga (tentación), te unas a Él en un instante santo y ahí le permitas liberarte. Lo único que necesita es que estés dispuesto a compartir Su perspectiva, para que Él te la conceda en su totalidad. Y no tienes que estar completamente dispuesto porque Él lo está. Su tarea es expiar tu renuencia mediante Su perfecta fe, y es Su fe la que tú compartes con Él en el instante santo. Como resultado de reconocer que no estás dispuesto a ser liberado, se te ofrece la perfecta buena voluntad de la que Él goza. lnvócale, pues el Cielo responde a Su llamada. Y permítele que Él invoque al Cielo por ti.” T-16.VI.12:1-7